Mons. Javier del Río Alba, Arzobispo de Arequipa en el sur del Perú, animó a acoger a Jesús en esta Navidad 2023, para que Él sea quien renueve y transforme la vida de cada uno.
En su mensaje titulado “¡Admirable intercambio!”, enviado a ACI Prensa, el prelado recordó que “en la Navidad no solamente celebramos un año más del nacimiento de Jesús, acontecimiento que ha marcado la historia de la humanidad, sino que, al celebrarlo en la liturgia, ese acontecimiento supera los límites del espacio y del tiempo y se hace presente para nosotros en el hoy de nuestra historia”.
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“En esta Navidad todos tenemos la posibilidad de acoger a Jesús para que, entrando en nosotros, renueve nuestra vida y la transforme destruyendo en nosotros la muerte y haciéndonos partícipes de su propia vida divina que no tiene fin”, subrayó el Arzobispo.
Mons. Del Rio explicó además que en Navidad “el creador de todo lo que existe viene a este mundo y no tiene dónde nacer. El Rey de reyes y Señor de señores no nace en un palacio ni en una corte real sino en un establo, sin más compañía que un humilde carpintero y su joven esposa, pobres los dos”.
“¡Admirable intercambio!, exclama la Iglesia desde la antigüedad: Dios se hace pequeño para hacernos grandes, se hace pobre para enriquecernos, toma de lo nuestro para darnos de lo suyo, desciende hasta nosotros para elevarnos hasta Él, toma nuestra naturaleza para hacernos partícipes de la suya, entra en el tiempo para introducirnos en la eternidad. ¿Cómo no darle gracias a Dios por tan inefable don?”.
El centro de la Navidad
El Arzobispo resaltó luego que “el centro de la Navidad es Jesús, que ha venido y viene para salvarnos. En Él, y a través suyo, Dios inicia una nueva creación; pasó lo viejo, todo es nuevo (cfr. 2Cor 5,17). Salgamos de nuestra concupiscencia y vayamos al encuentro de Jesús. Acojamos el regalo que Dios nos hace de su propio Hijo”.
“No nos dejemos distraer por aquello que, en su propio origen, tiene por finalidad ayudarnos a vivir la Navidad en su verdadero sentido”, exhortó.
“No nos fabriquemos una alegría artificial, cuando podemos acoger la verdadera alegría que sólo Dios nos puede dar, la alegría que perdura más allá de la fiesta. No hagamos de los medios un fin”, alentó el prelado peruano.
El Arzobispo de Arequipa animó además a rogar al “Señor que nos ayude a ver más allá de las luces destellantes de los comercios y los fuegos artificiales, hasta encontrar la única luz capaz de disipar las tinieblas que tantas veces cubren nuestro corazón”.
“¡Feliz Navidad para todos!”.