La comunidad católica en Jerusalén comenzó el fin de semana antes de la Navidad con una velada de oración y música.
El viernes 22 de diciembre, en la iglesia franciscana de San Salvador, un pequeño grupo de fieles se congregó alrededor del Patriarca Latino de Jerusalén, el Cardenal Pierbattista Pizzaballa, para la liturgia penitencial y villancicos de Navidad interpretados por los tres coros parroquiales.
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“Es un momento de penitencia, pero también de alegría”, expresó el cardenal, introduciendo la oración.
“Presentar a Dios nuestra pobreza, nuestros pecados, siempre es una experiencia de alegría porque significa experimentar el perdón, la misericordia, que todos necesitamos. También llevemos ante Él todo el dolor de nuestra tierra para que Él lo transforme, según Su voluntad, en bien y misericordia”, continuó.
La primera parte de la vigilia estuvo dedicada a la escucha de la Palabra.
El párroco, el P. Amjad Sabbara, pronunció una breve homilía sobre la “Navidad en Greccio”, vivida por San Francisco de Asís en 1223.
Con motivo del octavo centenario de esta celebración, los fieles pueden obtener una indulgencia rezando ante un belén en una iglesia franciscana, como la de San Salvador en Jerusalén, donde se instalan dos. También deben cumplirse las condiciones habituales: confesión, comunión y oración según las intenciones del Papa.
Este también fue el objetivo de la velada de vigilia en preparación para la Navidad. Dos sacerdotes estuvieron disponibles para confesiones durante todo el tiempo.
En la segunda parte de la vigilia, tres coros se turnaron, presentando un amplio repertorio de villancicos navideños.
Antes de la bendición final, el Patriarca enfatizó una vez más el aspecto de la alegría y la esperanza: “Que la Navidad sea un momento de sonrisas porque cuando el Señor está con nosotros, no tenemos nada que temer, y esto debería reflejarse en nuestros rostros”.
Traducido y adaptado por ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.