Una comisión del Congreso está instando al gobierno de los Estados Unidos a sancionar a los fiscales y jueces de Hong Kong si no liberan al periodista y activista católico por la democracia Jimmy Lai, quien está siendo juzgado por presuntamente violar una controvertida ley de seguridad nacional china.
El activista de 76 años, crítico del Partido Comunista Chino y defensor de la democracia y de las libertades en Hong Kong, ha obtenido el apoyo de funcionarios estadounidenses y europeos desde su arresto, el 10 de agosto de 2020.
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Lai ha estado encarcelado durante tres años en una prisión de máxima seguridad, acusado de diversos delitos, incluida la conspiración con fuerzas extranjeras, en virtud de la ley de seguridad nacional de 2020. Los funcionarios chinos afirmaron que la ley reforzó las protecciones de la seguridad nacional, pero los críticos argumentan que otorga a los funcionarios una amplia autoridad para etiquetar a los oponentes políticos como amenazas a la seguridad nacional.
El juicio de Lai comenzó esta semana y podría enfrentar cadena perpetua si es declarado culpable.
El representante Chris Smith, republicano por Nueva Jersey, y el senador Jeff Merkley, demócrata por Oregon, quienes se desempeñan como presidente y copresidente de la Comisión Ejecutiva del Congreso sobre China (CECC), pidieron a la administración Biden que “sancione a los jueces y fiscales involucrados en este y otros casos relacionados con la Ley de Seguridad Nacional”, si los funcionarios se niegan a liberar a Lai y otras personas encarceladas por discursos políticos.
"Su juicio... es una persecución política, simple y llanamente, y otro triste ejemplo de las políticas cada vez más represivas del gobierno de Hong Kong", afirmaba la declaración del pasado 17 de diciembre.
“Durante los últimos cuatro años, sólo regímenes autoritarios como Birmania y Bielorrusia detuvieron a presos políticos a un ritmo superior al de Hong Kong. Los cargos contra Jimmy Lai deberían retirarse y él debería ser liberado junto con más de 1.000 presos políticos más”, añadía el comunicado.
El Departamento de Estado de Estados Unidos también emitió un comunicado el domingo pasado, en el que pedía a las autoridades de Hong Kong que “liberen inmediatamente a Jimmy Lai y a todos los demás encarcelados por defender sus derechos”, pero no llegó a amenazar con sanciones.
"Instamos a las autoridades de Beijing y Hong Kong a respetar la libertad de prensa en Hong Kong", manifestó Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado. “Las acciones que sofocan la libertad de prensa y restringen el libre flujo de información, así como los cambios de Beijing y las autoridades locales al sistema electoral de Hong Kong, que reducen el voto directo e impiden la participación de candidatos de partidos independientes y prodemocracia, han socavado las instituciones democráticas de Hong Kong y dañaron la reputación de Hong Kong como centro financiero y de negocios internacional”.
El juicio ha recibido una atención significativa por parte de líderes a nivel internacional, y otras naciones occidentales han manifestado su apoyo a Lai. Un portavoz de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea señaló que los cargos se presentaron debido al "apoyo de Lai a la libre expresión y la democracia en Hong Kong".
"La Unión Europea deplora los cargos presentados contra él y [otros] periodistas... y está siguiendo de cerca el juicio", explicaba una declaración del 18 de diciembre. "El juicio iniciado contra él socava la confianza en el estado de derecho en Hong Kong y va en detrimento del atractivo de la ciudad y su posición como centro de negocios internacional", añadía.
El Secretario de Asuntos Exteriores británico, David Cameron, emitió una declaración similar también el 18 de diciembre, indicando que la Ley de Seguridad Nacional “ha dañado a Hong Kong, con derechos y libertades significativamente erosionados” y que “las detenciones en virtud de la ley han silenciado las voces de la oposición”.
"Me preocupa gravemente que alguien se enfrente a un proceso judicial en virtud de la Ley de Seguridad Nacional, y me preocupa especialmente el procesamiento por motivos políticos del ciudadano británico Jimmy Lai", resaltó Cameron. “Como periodista y editor destacado y franco, Jimmy Lai ha sido atacado en un claro intento de detener el ejercicio pacífico de su derecho a la libertad de expresión y asociación”, agregó.
Varios obispos católicos prominentes también han mostrado su apoyo a Lai, firmando una petición en noviembre que pedía su liberación de prisión. Tres obispos estadounidenses firmaron la petición: el Cardenal Timothy Dolan, Arzobispo de Nueva York; Mons. Timothy Broglio, Arzobispo de la Arquidiócesis de los Servicios Militares de Estados Unidos; y el Mons. Robert Barron, Obispo de Winona-Rochester, Minnesota.
Lai fundó el tabloide prodemocracia Apple Daily en 1995, que cerró a mediados de 2021 después de que funcionarios congelaran los activos de la empresa. En 2020, Lai citó su fe católica como una de las razones por las que permaneció en Hong Kong a pesar de la persecución.
“Si me voy, no sólo renuncio a mi destino, sino que también renuncio a Dios, renuncio a mi religión, renuncio a lo que creo”, expresó Lai en aquel momento.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Originalmente publicado en CNA.