El sábado 16 de diciembre la única parroquia católica en la Franja de Gaza, La Sagrada Familia, sufrió el ataque de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), según denunció el Patriarcado Latino de Jerusalén, causando la muerte de Nahida y de su hija Samar, dos fieles que durante sus vidas testimoniaron un gran compromiso a favor del prójimo.

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La comunidad cristiana en la Franja bordea los mil miembros, de los cuales unos cien son católicos. Esto hace que entre ellos exista una relación de amistad cercana, como la que ambas víctimas mantuvieron con el P. Gabriele Romanelli, párroco de La Sagrada Familia.

En ese sentido, ha sido el sacerdote misionero argentino quien relató a Radio Vaticana-Vatican News, la historia de ambas mujeres, cuyos asesinatos también han conmovido al Papa Francisco.

Ambas “eran muy buenas personas”, afirmó el P. Romanelli. “Nahida era madre de una familia numerosa, con muchos hijos, casi todos casados... Entre los hijos solteros estaba Samar, la mujer que fue asesinada. Samar era la cocinera del Hogar de las Hermanas de la Madre Teresa. Tanto la madre como la hija participaban en todas las actividades”.

En un comunicado emitido ayer, el Patriarcado Latino de Jerusalén indicó que las mujeres “fueron disparadas y muertas cuando caminaban al convento de las hermanas”. “Una murió mientras intentaba llevar a la otra a un lugar seguro. Siete personas más resultaron heridas a tiros mientras intentaban proteger a otros dentro del recinto de la iglesia”, señala el texto.

El P. Romanelli compartió que “Nahida formaba parte del grupo de mujeres de la cofradía, el grupo de Santa Ana. Era muy activa en este grupo”.

“En todas las actividades en las que participaban las familias, ella venía con sus hijos, sus nietos... Y Samar también, Samar asumió muchas tareas, nos ayudó a organizar muchas actividades, incluso con los jóvenes y con el propio grupo de Santa Ana. Todos, toda esa familia, la familia Anton, está muy unida a la iglesia, a la parroquia. Es una gran pena”, expresó el sacerdote.

Vatican News informó ayer que “el ataque fue justificado por los israelíes que hablaron de la presencia de un lanzamisiles en la parroquia. A pesar de la intervención del Patriarcado, la operación no fue detenida”. El medio vaticano ha indicado que dentro del complejo parroquial hay 600 refugiados.

El Patriarcado Latino de Jerusalén señaló que “no se dio ninguna señal de advertencia, no se proporcionó ninguna notificación. Ellos fueron disparados a sangre fría dentro del local de la parroquia, donde no hay beligerantes”.

En su comunicado de ayer, añadió que el convento de las Misioneras de la Caridad que forma parte del complejo parroquial ha quedado “inhabitable”, luego de recibir disparos de un tanque de las IDF”.

A causa de esto, informó, las 54 personas discapacitadas que habitan el hogar “se encuentran actualmente desplazadas y sin acceso a los respiradores que algunos de ellos necesitan para sobrevivir”.