La Iglesia Católica en Argentina cuenta desde este sábado con un nuevo beato: el Cardenal Eduardo Pironio fue elevado a los altares en una ceremonia presidida por el Cardenal Fernando Vérgez Alzaga en la explanada de la Basílica de Nuestra Señora de Luján.
“Hoy es un día de fiesta y de alegría para todos”, afirmó el purpurado, enviado especial del Papa Francisco para celebrar la beatificación. “Es un día de fiesta también para mí y para todos los que conocieron al Cardenal Eduardo Pironio”, añadió en la homilía pronunciada luego de declararlo beato.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El Cardenal Vérgez Alzaga destacó el nexo que existe entre el nuevo beato y el Santuario de Luján, en el que fue ordenado sacerdote el 5 de diciembre de 1943 y consagrado obispo el 31 de mayo de 1964. Además, es en este templo mariano donde reposan sus restos.
Ante los miles de fieles reunidos en la explanada, el cardenal también recordó que el Papa Francisco ha descrito a su compatriota como un “humilde pastor según el espíritu del Concilio Vaticano II, testigo de esperanza y paciencia evangélicas, defensor denodado de la causa de los hermanos más pobres”.
El Cardenal Eduardo Francisco Pironio fue padre conciliar en las sesiones III y IV del Concilio Vaticano II.
“¿Qué significa que el Cardenal Pironio sea declarado hoy beato? Cuando un hombre o una mujer son declarados beatos por la Iglesia, significa que han alcanzado la plenitud de la felicidad, de la alegría, de la contemplación de Dios en la gloria del Cielo”, afirmó el enviado papal.
“La Iglesia confirma —añadió— que la persona está en la íntima comunión con Dios y lo hace después de un largo proceso, en el que se examina su fama de santidad, sus virtudes heroicas, es decir, su vida ejemplar, sus escritos, y la comprobación de un milagro atribuido a su intercesión, estudiado por un grupo de médicos especialistas, con una investigación muy seria”.
El milagro atribuido a la intercesión del Cardenal Pironio ha sido la curación de Juan Manuel Franco en el 2006, cuando tenía 15 meses de vida y había entrado en coma profundo a consecuencia de inhalar por accidente purpurina.
Durante 13 días la familia estuvo rezando ante una estampita con la imagen del purpurado, luego de lo cual el niño despertó sin rastros de elementos tóxicos en la sangre.
Ha sido precisamente Juan Manuel quien durante la ceremonia transportó las reliquias del nuevo beato, acompañado de su familia.
El Beato Cardenal Pironio “fue un ejemplo vivo de fidelidad al Evangelio, a la Iglesia y al Magisterio del Papa (…). Su vida espiritual se nutrió de la piedad eucarística, de gran devoción mariana y de la veneración de los santos”, añadió el enviado especial del Papa Francisco.
A la ceremonia de beatificación asistieron 80 obispos argentinos, religiosos, sacerdotes, así como miembros de la Acción Católica, de la que el Cardenal Pironio fue asesor.
El Cardenal Eduardo Pironio nació el 3 de diciembre de 1920 en la provincia argentina de Nueve de Julio y falleció el 5 de febrero de 1998 en el Vaticano. Fue presidente y secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), y presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, cargo que desempeñó entre 1984 y 1996.
El Beato Pironio ayudará a Argentina a renovar la esperanza
En declaraciones a ACI Prensa, el Obispo de Nueve de Julio, Mons. Ariel Torrado Mosconi, manifestó la alegría de la Iglesia local por la beatificación del Cardenal Eduardo Pironio.
“Damos gracias a Dios porque el Cardenal Pironio va a ser motivo para renovar la esperanza a todos los argentinos, y especialmente en Nueve de Julio, su tierra natal, así que lo celebraremos con mucho gozo el día de mañana”, aseguró.
Por su parte, Mons. Gustavo Larrazábal, Obispo electo de Mar del Plata —diócesis que el beato pastoreó entre 1972 y 1975—, manifestó que “es una gran alegría hoy poder estar celebrando la beatificación del Cardenal Pironio”.
El nuevo beato argentino es “indudablemente un símbolo de Mar del Plata, un ícono de la Iglesia marplatense, y sobre todo, de la manera en que tenemos que encarnar el ministerio como servicio y como comunicador permanente de alegría y esperanza”.
Durante la ceremonia celebrada en Luján se anunció que la fiesta litúrgica del Beato Cardenal Pironio será el 4 de febrero.
Colaboró con esta noticia Julieta Villar, corresponsal de ACI Prensa en Argentina.