En el Vicariato Apostólico del Caroní, que comprende gran parte de la Amazonía venezolana, Mons. Gonzalo Ontiveros ordenó, por primera vez en su obispado, a un sacerdote: el P. Luis Alberto Pino, proveniente de la comunidad indígena de Canaima, según informó la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) en su página web.

La Misa de ordenación se llevó a cabo el 8 de diciembre en la Gran Sabana, que es una recóndita región en el sureste de Venezuela, caracterizada por sus paisajes selváticos y sus tepuyes. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística venezolano (INE), en 2011 vivían cerca de 30.000 personas en la zona, la mayoría indígenas pertenecientes a diversas tribus.

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El Vicariato Apostólico del Caroní fue erigido en 1922 por el Papa Pio XI, y la Orden de los Frailes Menores Capuchinos se encargó de la evangelización en la región. Su territorio se encuentra dividido en 5 parroquias y la sede episcopal se encuentra en la ciudad de Santa Elena de Uairén, en el estado Bolívar.

En la ceremonia de ordenación, presidida por Mons. Ontiveros y concelebrada por varios sacerdotes del Vicariato y de otras diócesis, estuvieron presentes familiares, amigos y feligreses de diferentes comunidades indígenas en las que el P. Pino ha trabajado pastoralmente.

El hoy sacerdote Luis Alberto Pino (segundo de izquierda a derecha) en el día de su ordenación diaconal en 2020. Crédito: Conferencia Episcopal Venezolana.
El hoy sacerdote Luis Alberto Pino (segundo de izquierda a derecha) en el día de su ordenación diaconal en 2020. Crédito: Conferencia Episcopal Venezolana.

Mons. Ontiveros reivindicó en su homilía la importancia de este hecho para el Vicariato, y expresó la alegría que sintió al ordenar a un sacerdote por primera vez en sus dos años como vicario: “En mi corazón de padre y pastor reinan también los mismos sentimientos de gozo e ilusión que están presentes en cada uno de ustedes”, manifestó.

“Hoy, hermosamente el Evangelio de San Juan utiliza un lenguaje muy nuestro, es decir, muy humano y familiar, pues nos habla de la elección que Dios ha hecho a cada uno de nosotros, y de manera especial al sacerdocio, simples siervos y especiales amigos del Maestro”, añadió.

En la ceremonia, el P. Luis Pino recibió las vestiduras litúrgicas y se le encomendó la misión de ser el nuevo párroco de la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, en Urimán, un pequeño poblado pemón en el corazón de la Gran Sabana.