A inicios de diciembre fueron ordenados los hermanos Cristian David y Jesús Antonio Lerma, el primero sacerdote y el segundo diácono, en la parroquia San Bartolomé en Tuluá, en el Valle del Cauca, departamento del suroeste de Colombia.
La ceremonia, presidida por el Obispo de Buga (Colombia), Mons. Roberto Ospina, tuvo lugar el sábado 2 de diciembre a las 10:00 a.m. (hora local). Ambos hermanos, originarios de la ciudad de Tuluá, se mostraron visiblemente emocionados durante la Eucaristía, intercambiando un profundo abrazo que reflejaba el amor fraterno en el día más importante de sus vidas.
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En una entrevista concedida a ACI Prensa, el ahora P. Cristian Lerma, de 26 años, compartió la historia familiar detrás de la ordenación doble: “Estoy muy feliz y contento por la gracia concedida por el Señor a mi hermano y a mí. Yo creo que esto es el reflejo de lo que se ha construido a lo largo de nuestra vida”.
El P. Lerma relató que, desde muy niño, siempre siguió los pasos de su hermano tres años mayor, Jesús, a excepción de la etapa de la adolescencia, cuando este último se unió al grupo juvenil de la parroquia, momento en el cual tomaron caminos diferentes temporalmente.
“Opté por no seguir sus pasos. Mi experiencia con la confirmación me alejó de la Iglesia, ya que no la encontré agradable. Y mi hermano Jesús ingresó al grupo juvenil y él luego me invitó a ese grupo, pero yo le decía que no”, explicó.
Sin embargo, al percatarse de la presencia de mujeres en el grupo juvenil, Cristian decidió unirse con la esperanza de encontrar una novia.
“Y una vez más iba tras las huellas de mi hermano, pero a lo largo del proceso, por diversos acontecimientos, yo me fui perfilando para el seminario, y encontré que en el trabajo con los jóvenes y, por el hecho de llevarles a Dios, mi vida se sentía plena. Por cosas de la vida yo ingresé al seminario”, continuó.
El P. Lerma aseguró a ACI Prensa que, por primera vez en su vida, “no tomaba las huellas” de su hermano, “sino las de Cristo”.
“De esta manera, ingresé al seminario, y al año siguiente, lo hizo mi hermano. Cuando él cuenta su historia vocacional dice que se vio muy motivado por mí. Ha sido una experiencia en la cual me he sentido respaldado por él”, sostuvo.
El diácono Jesús Lerma, de 29 años, también conversó con ACI Prensa, y afirmó que le llena el “corazón de regocijo” saber que la misericordia de Dios se ha fijado en ambos hermanos.
“Doy gracias a Dios por tantas maravillas, porque su misericordia ha sido grande con nosotros y, de verdad, estamos alegres. Hoy les pido que oren por nosotros, para que el Señor siga poniendo su mirada, nos siga reconfortando, pero también para que el Señor nos haga insignes portadores de su Palabra”, continuó.
Finalmente, el diácono Lerma invitó a aquellos jóvenes con inquietud vocacional a permitirle “al Señor que pueda hacer grandes cosas en sus vidas”, así como hoy “estos dos hermanos se han dispuesto a la gracia del Señor”.