La Archidiócesis de Granada (España) alertó de un “supuesto obispo” que no pertenece a esa jurisdicción ni a la Iglesia Católica, y que ha celebrado “cultos” en una iglesia desacralizada durante la Solemnidad de la Inmaculada Concepción.
“Hemos tenido conocimiento de que, en torno a la festividad de la Inmaculada Concepción, se han realizado cultos en la antigua iglesia de Tablate, actualmente desacralizada y propiedad de un particular”, señala un comunicado del 10 de diciembre, firmado por el vicario general de la Arquidiócesis, P. Enrique Rico Pavés.
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El comunicado precisa que, “sin entrar en el uso que dicho particular haga del antiguo templo, debemos advertir que el supuesto obispo que ha celebrado estos cultos no pertenece a la Iglesia Católica, ni representa a la Archidiócesis de Granada”.
Un hombre que decía ser obispo ha ofrecido una "misa" en Tablate (Granada) que ha generado mucha polémica. Os contamos más sobre esta extraña historia. #ADirecto CanalSur Granada
Posted by Andalucía Directo on Tuesday, December 12, 2023
La nota está dirigida a los fieles de Granada, especialmente a los del Valle de Lecrín, ubicado en una zona despoblada del municipio de El Pinar, luego que se difundieran algunas fotografías del “supuesto obispo” en redes sociales.
Para concluir, el comunicado exhorta a los fieles “de los pueblos vecinos a no dejarse llevar por la apariencia de dichas celebraciones. Invitamos igualmente a los párrocos de la zona a aclarar la situación para evitar la confusión de los fieles”.
La polémica, informa el diario Granada hoy, tendría su origen en 2022, cuando un grupo de personas fundó la asociación Tablate Histórico para darle nueva vida a la localidad. Tras algunas disputas, se creó una nueva denominada Amigos por Tablate.
El viernes 8 de diciembre varias personas se reunieron en un “culto” en la iglesia desacralizada, evento que fue presidido por Antonio Jiménez, “arzobispo de la iglesia Veterocatólica de Santa Filomena”, para luego hacer una procesión.
En sus redes sociales, Amigos por Tablate señaló el 10 de diciembre que en realidad no fue una procesión sino “un carnaval”.
“Más que una Santa Misa y posterior procesión parecía un carnaval, un ‘obispo’ que no pertenece a la Iglesia Católica, una misa en una iglesia desacralizada y en ruinas. Poniendo en peligro la integridad física de los presentes”, agrega el texto.