Este sábado 9 de diciembre el Vaticano encendió las luces de su nacimiento y del árbol de Navidad de este 2023, en una ceremonia presidida por el Cardenal Fernando Vérgez Alzaga, cuando se cumplen 800 años de la tradición del pesebre iniciada por San Francisco de Asís.
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El cardenal, que sirve como presidente de la gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, encendió las luces del nacimiento que, junto al árbol de Navidad, permanecerá en la Plaza de San Pedro hasta el 7 de enero de 2024, cuando se celebre la fiesta del Bautismo del Señor.
De acuerdo a un comunicado previo del Vaticano, el nacimiento busca “revivir el ambiente de la Navidad de 1223” cuando “San Francisco, al regresar de un viaje a Tierra Santa, pidió recrear el nacimiento de Jesús en un pueblo que le recordaba a Belén”.
Las imágenes están hechas de terracota y representan a la Sagrada Familia, los clásicos animales del buey y el burro, así como otros personajes que ayudaron a San Francisco a recrear el primer belén viviente en la localidad italiana de Greccio, a unos 50 kilómetros al norte de Roma.
Además de las figuras tradicionales de María, José, el Niño Jesús, el buey y el asno, las coloridas estatuas de terracota de tamaño natural representarán a San Francisco y a algunos de los personajes principales, como frailes llegados desde distintos lugares, que lo ayudaron a crear el primer belén viviente.
En la ceremonia también se encendieron las luces del árbol de Navidad, un abeto blanco de 25 metros de alto, adornado con edelweiss, una flor blanca alpina.
Esta mañana el Papa Francisco recibió en audiencia a las comunidades de donantes de los nacimientos de la Plaza de San Pedro y del Aula Pablo VI, así como del árbol de Navidad.
A ellos el Santo Padre los animó a hacer silencio y oración ante el belén o pesebre, para escuchar la voz de Jesús.