El P. Eduardo Hayen, exorcista de la Diócesis mexicana de Ciudad Juárez, ofrece una reflexión en esta primera semana de Adviento de 2023 en la que advierte de los “vampiros” que pueden alejar a las personas de Dios, como el alcohol, los vicios sexuales o la adicción a las redes sociales, entre otros.
Así lo indicó el también director del semanario Presencia en un texto publicado en su cuenta de la red social X el 3 de diciembre, primer Domingo de Adviento, al que ha titulado “Cuidado con los vampiros”.
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El Adviento en la Iglesia Católica es el tiempo de preparación para el nacimiento del Niño Jesús. En este 2023 el Adviento ha comenzado el domingo 3 de diciembre y concluirá el domingo 24, en la víspera de Navidad.
“¿Te acuerdas de Drácula y de las novelas de vampiros? Son seres de ficción que chupan la sangre a las personas mientras estas duermen. Las víctimas deben estar en un profundo sueño para que sean atacadas por estas criaturas del inframundo. Un vampiro inyecta primero una sustancia soporífera para mantener a la víctima en el sueño y, mientras tanto, le succiona la sangre”, interroga el sacerdote al iniciar su meditación.
Del mismo modo, prosigue el P. Hayen, “en la vida espiritual nuestros vampiros son nuestras malas costumbres, sobre todo los vicios. Entran despacio a nuestra vida, como un narcótico; cuando estamos adormecidos, comienzan a chupar nuestro plasma, poco a poco. Vamos perdiendo energía, fuerza, motivación, voluntad, valor, entusiasmo, actitud”.
El exorcista precisa además: “Podemos vivir, incluso, con buenas costumbres como acudir a la iglesia, pero sólo por costumbre, sin ninguna vida interior que nos motive. La conciencia cae en un profundo sueño y nada la despierta. Podemos llegar a perder, incluso, el sentido del bien y del mal. Dejamos de tener remordimientos de conciencia y así morimos espiritualmente”.
“Creo que todos, en algún momento de la vida, hemos sido víctimas de vampiros: el alcohol, la droga, la idolatría del dinero, los vicios sexuales, relaciones moralmente prohibidas, la adicción a las redes sociales, la soberbia y la prepotencia, el vicio por trabajar como burros de carga con graves descuidos familiares”, continúa.
Ante esta realidad, el sacerdote mexicano cuestiona: “¿Qué vampiro me ha inyectado su veneno y está consumiendo mi sangre?”.
El “repelente” a los ataques del demonio en Adviento
Para continuar, el presbítero mexicano explica que “Jesús te libra del vampiro: si nos dormimos, el engendro se acercará para prender sus colmillos a nuestros cuellos. Necesitamos entonces vivir despiertos para que no se aproxime. Es Cristo el único que puede mantenernos atentos, vigilantes. ‘Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento’ (Mc 13,33)”.
“La Palabra de Dios es el repelente a los ataques del enemigo. Por eso en este primer domingo de Adviento Jesús dice: ‘¡Velad!’. Nos lo dice por el inmenso amor que nos tiene, y no quiere que nos perdamos”.
El P. Hayen exhorta entonces a escuchar “más atentamente la Palabra divina en este tiempo de Adviento, y mantengamos el alma despierta en la oración”.
“No sabemos cuándo vendrá el Dueño de la casa a pedirnos cuentas —eso será en el momento de nuestra muerte, cuya fecha ignoramos—, pero de lo que sí estamos seguros es de que el de los colmillos largos se mantendrá lejos, a buena distancia”.
Para concluir, el sacerdote alienta a abrir “nuestra casa a la salvación: ‘Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno escucha mi voz y abre la puerta, entraré a cenar con él y él conmigo’ (Ap 3,20)”.