El Cardenal Luis José Rueda, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, ha instado a todas las instituciones del país a asumir un compromiso aún mayor de la inclusión integral, en vísperas del Día Internacional de las Personas con Discapacidad 2023.
“Que sea el momento para llamar a todas las instituciones civiles de nuestro país, a los municipios, a las entidades educativas, de salud, a los gobiernos departamentales, al Gobierno Nacional, para que trabajemos políticas públicas que incluyan a las personas con discapacidad porque ellos tienen mucho que aportarle a nuestro país en todos los ambientes sociales de nuestra realidad. Ellos y sus cuidadores hacen parte de Colombia, ellos hacen parte de nuestra vida eclesial”, señaló el Arzobispo en un videomensaje publicado el 1 de diciembre.
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En Colombia, según el último Registro de Localización y Caracterización de Personas con Discapacidad (PCD), para diciembre de 2020 había un total 1.319.049, equivalente al 2.6% de la población nacional.
El trabajo de la Iglesia Católica en Colombia por las personas con discapacidad
En Nariño, departamento ubicado en el extremo suroeste del país, la Iglesia colombiana implementó desde el año pasado el proyecto “Tejiendo entornos para Personas con Discapacidad”, considerada la iniciativa más grande en favor de las personas con discapacidad en el país.
El proyecto liderado Cáritas Colombiana, en colaboración con las diócesis de Pasto, Ipiales y Tumaco, ha logrado beneficiar a 400 personas con diversas discapacidades y sus cuidadores en cinco localidades de Nariño: Pasto, San José de Albán, Samaniego, Ancuya y Tumaco.
Entre los beneficios obtenidos se encuentra la participación activa de estas personas “en espacios políticos y sociales para su inclusión” en múltiples ámbitos, indica un comunicado firmado por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) y otras entidad eclesiales locales.
A estas personas, que en su mayoría viven en zonas rurales y en situación de pobreza, también se les ha ofrecido respaldo psicosocial y asesoramiento legal para asegurar el pleno acceso a sus derechos.
Juliana Fonseca, coordinadora del proyecto en Nariño, explica que parte de la ayuda se centra en “visibilizar sus necesidades” y colocarlas “en la agenda pública local”, con el fin de que “puedan ser gestionadas a través de proyectos y programas”.
Al referirse a este proyecto, el Cardenal Rueda lo calificó como un “primer aporte de la Iglesia” colombiana que puede llegar a “irradiar para todo el país y para toda América Latina”.
Por otro lado, Mons. Juan Carlos Cárdenas, Obispo de Pasto, con sede en la capital del departamento de Nariño, remarcó la necesidad de que la pastoral continúe el camino iniciado, dando “más pasos audaces en favor de ellos, como nos pide el Papa Francisco”.
Al cumplirse el primer año de implementación del proyecto, desde el 1 de diciembre y durante una semana las diócesis de Pasto, Ipiales y Tumaco realizarán diversas actividades de “sensibilización y visibilización”, así como jornadas de oración en algunas parroquias.
Para conocer las actividades programadas según cada diócesis puede ingresar AQUÍ.