Mons. Stefan Oster, un destacado obispo alemán y firme opositor del polémico Camino Sinodal, ha criticado duramente el estado de la Iglesia católica en su país, describiendo a la jerarquía alemana como profundamente “dividida” y advirtiendo de consecuencias potencialmente catastróficas para los fieles.
En la última de una serie de críticas de alto perfil al Camino Sinodal alemán, el Obispo de Passau no dudó en identificar profundas discrepancias teológicas como la fuente de la división en la Iglesia Católica en Alemania.
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“Es una tragedia que nosotros, los obispos alemanes, tengamos tan poco acuerdo en cuestiones clave de antropología y eclesiología”, señaló Mons. Oster al medio católico polaco Gosc Niedzielny en una entrevista publicada el 30 de noviembre.
El episcopado dividido “es obviamente un desastre para los fieles en Alemania”, afirmó el prelado de 58 años, quien fue elegido por el Papa Francisco para participar en la reciente primera sesión del Sínodo de la Sinodalidad en el Vaticano, después de no haber sido seleccionado como delegado por la Conferencia Episcopal Alemana (DBK, por sus siglas en alemán).
Las divisiones en la jerarquía alemana salieron a la luz recientemente cuando Mons. Oster y otros tres obispos —el Cardenal Rainer Woelki de Colonia, Mons. Rudolf Voderholzer de Ratisbona y Mons. Gregor Hanke de Eichstatt— boicotearon la reunión de un comité de liderazgo del Camino Sinodal realizada del 10 al 11 de noviembre.
El comité fue creado con la intención de establecer un consejo sinodal permanente de laicos y obispos para gobernar a la Iglesia en Alemania, algo explícitamente prohibido en una carta del mes de enero enviada por altos funcionarios del Vaticano a la DBK, aprobada específicamente por el Papa Francisco.
Aunque su decisión de no participar hizo más notorias las divisiones en Alemania, Mons. Oster explicó que su elección estaba “dirigida precisamente a mantener la unidad con Roma”.
“Me encontré ante una elección: resaltar claramente la polarización existente entre los obispos o resaltar mi camino de unidad con la Iglesia universal”, agregó el obispo bávaro, cuya diócesis se encuentra en el sureste de Alemania y tiene la mayor proporción de católicos del país.
Críticas crecientes al Camino Sinodal alemán
El Camino Sinodal, que comenzó en diciembre de 2019 como una iniciativa de la DBK y el Comité Central de Católicos Alemanes (ZdK, por sus siglas en alemán), un lobby de empleados laicos de la Iglesia, ha sido objeto de críticas en las últimas semanas a medida que sus partidarios suman esfuerzos a fin de cambiar la enseñanza y práctica de la Iglesia relacionada con la sexualidad humana, la ordenación sacramental y el gobierno de la Iglesia.
En una carta del 11 de noviembre a cuatro mujeres laicas alemanas, que le habían escrito al Santo Padre para expresarle sus preocupaciones sobre la Iglesia Católica en Alemania, el Papa Francisco escribió que algunos en la Iglesia local estaban dando “numerosos pasos” , incluido el trabajo del comité sinodal, amenazando “con alejarla cada vez más del camino común de la Iglesia universal”.
El secretario de Estado Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, también informó a los obispos alemanes en una carta del 23 de octubre que los cambios en la enseñanza de la Iglesia sobre las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo y las órdenes sagradas exclusivas para hombres no estarían sobre la mesa en las reuniones entre Roma y los delegados del Camino Sinodal en adelante.
Además, el Arzobispo Stanislaw Gadecki, presidente de la Conferencia Episcopal Polaca, escribió al Papa Francisco a principios de octubre criticando el Camino Sinodal, calificando muchas de sus resoluciones de “extremadamente inaceptables y no católicas”.
La dirección del Camino Sinodal ha desestimado en gran medida o ha desviado estas críticas y no ha mostrado signos de retroceder en sus controvertidos objetivos.
Una solución sinodal
La creciente tensión entre el liderazgo del Camino Sinodal alemán y otros líderes católicos, especialmente el Papa Francisco, ha llevado a muchos a expresar preocupaciones sobre la posibilidad de un cisma.
Pero en su reciente entrevista, Mons. Oster no dejaba de tener esperanzas de que se pudiera encontrar una solución.
Sugirió que una “salida al impasse” entre Alemania y la Iglesia universal podría alcanzarse si el Camino Sinodal alemán “pudiera someterse ahora” e integrarse con el Sínodo sobre la Sinodalidad del Vaticano, “con una clara aceptación de su contenido y decisiones”.
“Esto requeriría una gran humildad y tal vez incluso significaría retirar decisiones ya tomadas en el Camino Sinodal, como la resolución de bendecir uniones sexuales entre personas del mismo sexo”, sostuvo.
Traducido y adaptado por ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.