Al celebrarse hoy 800 años de la Regla bulada de San Francisco, aprobada por el Papa Honorio III el 29 de noviembre de 2023, el Santo Padre ha enviado una carta a los miembros de la Familia Franciscana en la que los alienta a ir por el mundo centrados en el Evangelio y obedecer a la Iglesia, mostrando su forma de llegar a Jesús con la “minoridad” y la pobreza.
El Cardenal Angelo De Donatis, Vicario del Papa para la Diócesis de Roma, leyó la misiva este miércoles durante la celebración franciscana en la Basílica de San Juan de Letrán, durante la cual también se leyeron algunos capítulos de la Regla, sumados a las reflexiones y los testimonios de los presentes.
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El Santo Padre afirma en la carta haberla escrito “con alegría en el corazón” por este aniversario, “una ocasión propicia no sólo para recordar un evento histórico, sino sobre todo para reavivar en ustedes el mismo espíritu que inspiró a Francisco de Asís a despojarse de todo y dar origen a una forma de vida única y fascinante, radicada en el Evangelio y vivida sine glossa [sin comentarios]”.
En la carta fechada el 9 de noviembre, aniversario de la dedicación de la Basílica Lateranense, el Pontífice ofrece su reflexión en tres puntos: Observar el Santo Evangelio, obediencia a la Iglesia y andar por el mundo.
Observar el Santo Evangelio
El Papa recuerda que “la Regla bulada de hecho comienza y termina con una referencia explícita al Evangelio”, ya que para San Francisco “el Evangelio ha sido el centro de su existencia; y la Iglesia ha aprobado ese propósito, devolviéndoselo a él y a todos vosotros franciscanos, como un texto que ya no expresa sólo la intuición espiritual de un Fundador, sino una forma de vida”.
“Es urgente por ello volver al fundamento de un esfuerzo cristiano y bautismal, capaz de dejarse inspirar, en toda elección, por la Palabra del Señor: ¡Cristo es el punto central de vuestra espiritualidad!”, resalta el Santo Padre.
Obediencia a la Iglesia
Francisco destaca asimismo que “para vivir las enseñanzas del Maestro es necesario permanecer en la Iglesia”, en obediencia al Papa y a los superiores eclesiásticos, como dice la Regla.
En ese sentido, el Santo Padre anima a los Franciscanos a vivir “el espíritu de la Regla en la escucha y en el diálogo, como el camino sinodal sugiere hacer. Sostengan tenazmente a la Iglesia, repárenla con el ejemplo y el testimonio, ¡incluso cuando parece que cuesta más!”.
Andar por el mundo
En la carta, el Pontífice explica: “Andar por el mundo, para ustedes frailes y hermanas franciscanos, significa concretamente realizar la vocación itinerante en un estilo de fraternidad y de vida pacífica, sin peleas ni disputas entre ustedes o con otros, dando testimonio de ‘minoridad’, con mansedumbre y dulzura, anunciando la paz del Señor y confiándose a la providencia: es un programa especial de evangelización posible para todos”.
Tras animarlos a vivir la fraternidad y a compartir la bienaventuranza de la pobreza con los demás, el Santo Padre exhorta a los Franciscanos a ser “un signo evangélico elocuente” en medio de una época marcada por las “guerras, los conflictos, los egoísmos de todo tipo y las lógicas de la explotación del ambiente y los pobres”.
Ante esta realidad y siendo testimonio de Cristo, prosigue el Papa Francisco, los Franciscanos podrán mostrar que “el Evangelio es realmente la buena noticia para el hombre para que reencuentre la mejor dirección para la construcción de una nueva humanidad junto a la valentía de ponerse en camino hacia Jesús”.
Para concluir, el Pontífice les confía “la misión de saber individualizar los caminos justos a recorrer para poder corresponder con audacia y fidelidad al carisma recibido”.