Miles de católicos marchan en defensa de la familia en República Dominicana

El domingo 26 de noviembre miles católicos con pancartas y camisetas blancas marcharon en varias ciudades de República Dominicana con el objetivo de resaltar los valores en la familia y luchar por la estabilidad familiar y matrimonial.

La caminata “Un paso por mi familia 2023” fue organizada por la Vicaría Episcopal de Pastoral Familia y Vida de la Arquidiócesis de Santo Domingo para cerrar el mes de noviembre, el cual estuvo dedicado a la familia a través de diversas actividades.

A este evento asistieron familias, miembros del clero, movimientos apostólicos y autoridades civiles y militares.  

El recorrido en la capital empezó en el Malecón de Santo Domingo hasta el Parque Eugenio María de Hostos, a lo largo del paseo marítimo, ubicado en la costa del Mar Caribe.

En el punto de encuentro se celebró una Misa al aire libre presidida por Mons. Francisco Ozoria, Arzobispo de Santo Domingo y Primado de América, que fue acompañado por los obispos auxiliares, sacerdotes y diáconos.

La caminata también se realizó simultáneamente en ciudades y pueblos del país como Santiago de los Caballeros, Mao Montecristi, Baní, Barahona, San Francisco de Macorís, San Juan de la Maguana, La Romana, San Pedro de Macorís, La Vega, La Altagracia y Puerto Plata.

Durante su homilía, Mons. Ozoria explicó que la concentración tenía como finalidad “proclamar que creemos en la familia, en el matrimonio”.

“Esta concentración de la familia en este día pretende hacer una profesión de fe, queremos profesar nuestra fe en la familia, reafirmar nuestra fe en el matrimonio entre un hombre y una mujer. Creemos en el matrimonio”, sostuvo.

También resaltó la figura de Cristo Rey, en el día de su Solemnidad: “La imagen del Pastor que cuida las ovejas, apliquémosla a la familia. Los padres tienen en Jesucristo un modelo para cuidar a la familia que compone la sociedad, el modelo de pastor que cuida y se entrega”.

Manifiesto por la familia

Al término del encuentro, el P. Mario de la Cruz, vicario episcopal de la Pastoral Familia y Vida, acompañado de un grupo de laicos, leyeron un manifiesto en el que recordaron al Gobierno y al Poder Legislativo que la familia no es objeto de apropiación de nadie, sino que cada una de ellas tiene el derecho a decidir sobre sus miembros y su futuro.

“En la actualidad, la familia se encuentra en medio de un mundo cambiado y cambiante, que obliga a la Iglesia a estar atenta a las transformaciones que se producen y que amenazan la estabilidad del matrimonio y la familia como bien preciado de Dios”, indica el manifiesto.

Asimismo, recuerda que la Iglesia se encuentra vigilante para “defender la familia y el matrimonio indisoluble entre un hombre y una mujer”, porque se “necesita el testimonio de la familia cristiana que contrarreste la violencia intrafamiliar”.

El manifiesto solicita a las autoridades de República Dominicana que garanticen “el derecho al respeto y a la protección de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural”, como demanda la Constitución dominicana en su artículo 37.

Al gobierno central, se le exhorta a que ayude a las familias en situación de pobreza extrema y no sólo “en momentos de catástrofe”. También se le pide que establezca planes de vivienda a bajo costo, con financiamiento asegurado.

El documento pone énfasis en la creación de “centros de asistencia familiar” que permitan proteger a los miembros de la familia víctimas de la violencia.

En otro punto, se exige la implementación de una “educación sexual integral basada en valores éticos y morales”, así como la elaboración de “políticas que vayan a favor de la vida y la familia, evitando la ideología de género”.

Finalmente, el manifiesto resalta que urge la aprobación de un nuevo Código Penal, debido a que el que está vigente data de 1844. “Pero un Código sano, que promueva y defienda la vida y la familia. Da pena que por un grupito de personas con intereses particulares no se haya promulgado”, continúa.

“No se olviden los partidos políticos y los estamentos públicos, que la familia también es la que vota, por lo que actuar y legislar contra ella es hacerlo contra sí mismos”, concluye el mensaje.