El Papa agradece a Dios la tregua entre Israel y Hamás: Pide que siga el diálogo

Este domingo, luego del rezo del Ángelus, el Papa Francisco agradeció a Dios “porque por fin hay una tregua entre Israel y Palestina y algunos rehenes han sido liberados”, y rezó para que todos sean liberados y entre la ayuda humanitaria a la Franja de Gaza.

El Santo Padre manifestó su agradecimiento desde la Casa Santa Marta, de donde dirigió el rezo de la oración mariana. Los miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro oyeron las palabras del Pontífice a través de las pantallas instaladas fuera de la basílica vaticana.

“Recemos para que todos sean liberados cuanto antes —¡pensemos en sus familias!—, que entre más ayuda humanitaria en Gaza y que insistamos en el diálogo: es la única vía, la única manera de tener paz. Los que no quieren diálogo no quieren paz”, expresó el Papa Francisco.

El viernes entró en vigor el alto al fuego de cuatro días acordado entre Israel y Hamás, durante el cual la organización entregaría 50 rehenes de los cerca de 240 que tomó el 7 de octubre. Por su parte, serán liberados 150 palestinos encerrados en cárceles israelíes.

Así, ya han sido liberados 41 rehenes israelíes y extranjeros que estaban retenidos en Gaza, mientras que Israel liberó a 78 prisioneros palestinos.

No todos los rehenes están en manos de Hamás, pues algunos de ellos son están en poder de otras organizaciones terroristas como la Yihad Islámica. Asimismo, durante la incursión israelí en la Franja se hallaron los cuerpos sin vida de dos secuestradas.

Rezar por el fin de los conflictos

En sus palabras luego del Ángelus, el Papa Francisco también se refirió a la “martirizada Ucrania”, donde se “conmemoró el Holodomor, el genocidio perpetrado por el régimen soviético hace 90 años que hizo morir de hambre a millones de personas”.

“Esa lacerante herida, en lugar de cicatrizar, se hace aún más dolorosa por las atrocidades de la guerra que sigue haciendo sufrir a ese querido pueblo”, expresó.

Por ello, exhortó a los fieles a seguir rezando sin cansarse “por todos los pueblos desgarrados por los conflictos”. “La oración es la fuerza de paz que rompe la espiral del odio, quiebra el ciclo de la venganza y abre caminos de reconciliación no esperados”, aseguró.