La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) emitió un comunicado sobre el referéndum consultivo que impulsa el régimen de Nicolás Maduro con respecto a la disputa del territorio del Esequibo que se encuentra entre Venezuela y Guyana.
El territorio del Esequibo ha sido foco de polémica durante siglos, primero entre la corona española y la británica; y en tiempos contemporáneos entre Venezuela y Guyana. Ambos países han impulsado acciones legales en diferentes instancias internacionales para lograr el control de la zona.
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Sin embargo, la controversia se ha agravado en las últimas semanas, cuando el gobierno venezolano denunció que su par guyanés permitió que transnacionales petroleras se asentaran en aguas disputadas. Maduro anunció a principios de octubre un referéndum consultivo con el objetivo de legitimar las acciones que tome el Estado venezolano para recuperar el Esequibo.
El referéndum ha sido ampliamente criticado por diversos sectores del país, que lo consideran una maniobra política más que un verdadero mecanismo para defender los intereses venezolanos sobre el territorio.
En ese sentido, los obispos del país se pronunciaron sobre el tema, expresando, como ciudadanos y pastores, “su postura a favor de la soberanía territorial de Venezuela sobre el Esequibo”, y resaltando además que la Iglesia Católica ha tenido “presencia permanente en la frontera” de Venezuela y Guyana, lo que le permite “valorar, proteger y desarrollar” dicha soberanía.
“Pedimos que todos los ciudadanos sean bien informados sobre el significado y las consecuencias del referéndum del próximo 3 de diciembre, para que puedan actuar con plena conciencia y en libertad. Dicho referéndum no debe ser ni manipulado por intereses meramente políticos ni como medio de presión para los ciudadanos”, manifiesta la CEV.
Sin embargo, señalan que se mantienen en oración, esperando que la controversia no trascienda a un conflicto, sino “que se construya la paz” entre ambas naciones por la vía legal. Remarcan asimismo que la Iglesia, fiel al Evangelio, está llamada a fomentar “la integración y fraternidad entre todos los pueblos”.
Además, los obispos piden que el referéndum contribuya a que la dirigencia política recuerde los graves problemas por los que atraviesa el país, exigiendo que se dé una respuesta pronta y eficiente.
“Imploramos al Dios del amor y misericordia que nos permita saborear como pueblo el fruto de la paz que nace de la justicia (cf. Is 32,17), y que Nuestra Señora de Coromoto bendiga y acompañe nuestros pasos en la construcción de la civilización del amor”, concluyen.