La oficina en Italia de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés) informó que ha destinado un paquete de 190.000 euros para sostener a las comunidades cristianas de Gaza, Jerusalén Este y Cisjordania que también están padeciendo las consecuencias de la guerra entre Israel y el grupo terrorista Hamás.
En una nota publicada en su sitio web, la oficina en Italia indica que la ayuda también es para los migrantes cristianos y solicitantes de asilo en Israel.
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El 7 de octubre comenzó una nueva guerra en Medio Oriente luego de que Hamás atacara por aire, mar y tierra el sur de Israel, lanzando cohetes y enviando miles de milicianos desde la Franja de Gaza. Los terroristas causaron más de 1.200 muertes y secuestraron a más de 230 personas.
El contraataque aéreo de Israel y su posterior incursión terrestre para liberar a los rehenes y acabar con Hamás ha provocado también una crisis humanitaria en Gaza, con más de 1,6 millones de desplazados y más de 15.000 muertos.
En esta región, ha recordado ACN, habitan cerca de mil cristianos, “la mayor parte de los cuales se está refugiando en la parroquia católica de la Sagrada Familia y en la iglesia greco-ortodoxa de San Porfirio”.
“Con cientos de familias que se acumulan en los recintos de la iglesia, la comida, las medicinas y el agua escasean”, señala. Por ello, se está apoyando una iniciativa del Patriarcado Latino de Jerusalén para garantizarles un suministro constante de bienes de primera necesidad.
Las consecuencias en Cisjordania y Jerusalén Este
Aunque el conflicto está concentrado en la Franja de Gaza, ACN informa que sus efectos también se sienten en Jerusalén Este, donde viven 10.000 cristianos, y en Cisjordania, el otro de los territorios palestinos en el que habitan unos 37.000 cristianos.
La fundación pontificia recuerda que los cristianos dependen económicamente del turismo —Belén se encuentra en Cisjordania—, por lo cual el cese de las peregrinaciones y de la llegada de turistas afecta también a la minoría cristiana, que ha perdido su principal fuente de ingresos.
Asimismo, añade, también están siendo afectados los fieles que, debido a los cierres de los puestos de ingreso a Israel y otras restricciones, no pueden asistir a sus centros laborales.
Por ello, se está colaborando con el Patriarcado Latino de Jerusalén para llevar a ambas poblaciones “asistencia de emergencia”, que consiste principalmente en apoyo médico, vales de comida y ayudas de subsistencia para el pago de los alquileres y los gastos en los servicios domésticos, como agua y electricidad.
La situación de los migrantes cristianos en Israel
En septiembre de 2021, el Patriarcado Latino de Jerusalén creó el Vicariato para Migrantes y Solicitantes de Asilo (VMAS) para atender a los 100.000 inmigrantes y solicitantes de asilo cristianos que viven en Israel.
La fundación pontificia explicó que estas personas tienen diferentes estatus legales y muchos reciben salarios bajos.
Además, “cientos de cristianos inmigrantes que trabajan en las zonas que rodean la Franja de Gaza se han visto obligados a huir y buscar albergue en refugios temporales en Jerusalén Este” y en ciudades como Tel Aviv, “principalmente en conventos, casas de huéspedes cristianas y otras instalaciones de la Iglesia”.
Por ello, la fundación pontificia está ayudando al VMAS a proporcionar vivienda, atención médica y otros servicios esenciales a estos inmigrantes cristianos.
La oficina italiana de ACN ha indicado que el Patriarca Latino de Jerusalén, Cardenal Pierbattista Pizzaballa, ha agradecido el apoyo a los cristianos de Tierra Santa en este momento de crisis.
La noche del martes fue anunciado un acuerdo entre Israel y Hamás para un cese al fuego de cuatro días, durante los cuales el grupo islamista liberaría a 50 de los secuestrados a cambio de 150 palestinos que se encuentran en cárceles israelíes.
Aunque se esperaba que ello entrara en vigor hoy jueves, Israel ha indicado que eso no sucederá antes del viernes, pues la liberación se llevará a cabo según el acuerdo entre ambas partes.
Durante los días que dure la tregua, se espera que cientos de camiones con ayuda humanitaria, suministros médicos y combustible ingresen a la Franja.