Los líderes de la Iglesia Católica en Tierra Santa han manifestado su esperanza de que la tregua anunciada entre Israel y el grupo terrorista Hamás contribuya a aliviar el sufrimiento de la población de Gaza y a poner fin al conflicto.
En la noche del 21 de noviembre el gabinete del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aprobó un acuerdo de intercambio de rehenes y prisioneros con el grupo islámico.
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En su cuenta en la red social X, la Oficina del Primer Ministro de Israel informó que “se liberarán al menos 50 rehenes —mujeres y niños— a lo largo de cuatro días, durante los cuales se realizará una pausa en los combates” en la Franja de Gaza.
“La liberación de cada diez rehenes adicionales resultará en un día adicional de pausa”, añadió.
Sin embargo, aclaró que el Gobierno y sus fuerzas militares “continuarán la guerra” hasta lograr la liberación de todos los rehenes, “completar la eliminación de Hamás y garantizar que no habrá ninguna nueva amenaza para el Estado de Israel desde Gaza”.
Por su parte, Hamás ha indicado que estos rehenes serán intercambiados por 150 mujeres y niños palestinos detenidos en cárceles israelíes.
Durante estos cuatro días de tregua se espera que cientos de camiones con ayuda humanitaria, suministros médicos y combustible ingresen a la Franja.
Tras el anuncio de la tregua, el Patriarca Latino de Jerusalén, Cardenal Pierbattista Pizzaballa, se pronunció desde Jordania, donde lleva a cabo una visita pastoral. “Estamos contentos con la noticia y deseamos que esto conduzca a un desarrollo más positivo que lleve al fin del conflicto”, expresó.
— Latin Patriarchate of Jerusalem (@LPJerusalem) November 22, 2023
Por su parte, el Custodio de Tierra Santa, P. Francesco Patton, señaló que el acuerdo entre Israel y Hamás “va en la dirección de lo que el Papa Francisco pide desde hace muchas semanas. Esperamos que de verdad esta tregua pueda servir a la liberación de los rehenes, por un lado, y por el otro dé un respiro y alivio a la población civil de Gaza”, para que no siga sufriendo a causa del conflicto.
De acuerdo a la agencia SIR, el sacerdote franciscano reconoció que una tregua es sólo “un breve momento de respiro”, pero manifestó su esperanza de que luego de esta se pueda arribar “a una solución política” que permita a israelíes y palestinos “vivir seguros y con dignidad dentro de sus respectivos Estados”.
La nueva guerra entre Israel y Hamás comenzó el 7 de octubre, cuando el grupo terrorista bombardeó e invadió Israel desde la Franja de Gaza. Los milicianos palestinos capturaron más de 230 rehenes, incluidos menores de edad, que fueron trasladados a la Franja; causaron asimismo más de 1.200 muertos.
Durante los primeros días, Israel respondió con ataques aéreos sobre Gaza, y posteriormente inició una incursión terrestre con el objetivo de liberar a los secuestrados y acabar con Hamás. Sin embargo, esto también ha provocado una crisis humanitaria debido al bloqueo y los continuos bombardeos.
De acuerdo al Ministerio de Salud de Gaza, los bombardeos han provocado más de 12.000 muertes. La directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell, señaló hoy ante el Consejo de Seguridad de la ONU que de los fallecidos en la Franja, unos 5.300 son niños.
A ello hay que sumar los casi 1,6 millones de desplazados en Gaza a causa del conflicto, según las cifras difundidas por la Agencia de la ONU para los Refugiados.