La Conferencia Episcopal Peruana (CEP) felicitó al Congreso por la aprobación de la Ley 31935, que reconoce los derechos otorgados en la Constitución a los niños por nacer.
“Esta decisión legislativa refuerza nuestro compromiso con la defensa de la vida desde el momento de la concepción y consolida el reconocimiento de la dignidad humana como el principio supremo. Los niños desde su concepción son el tesoro más grande del mundo, el futuro de la familia humana”, indica el comunicado del 20 de noviembre firmado por Mons. Miguel Cabrejos, Arzobispo de Trujillo y presidente de la CEP.
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El artículo 2 de la Constitución Política del Perú reconoce el derecho del concebido en “todo lo que le favorece”. Sin embargo, el Código Civil, en su artículo 1, hace una distinción entre “concebido” y “persona humana” cuando establece que la persona humana es sujeto de derecho desde su nacimiento.
La nueva ley, aprobada por insistencia el pasado jueves 9 de noviembre con 72 votos a favor, 26 en contra y seis abstenciones, reconoce los derechos a la vida, a la salud, a la integridad moral, psíquica y física, a la identidad, al libre desarrollo y bienestar, y otros derechos que favorezcan a los niños en el vientre materno.
Tras una primera aprobación, la ley fue observada el 19 de mayo por el Poder Ejecutivo. Ejerciendo sus facultades, el Congreso sometió el proyecto a una nueva votación, y la norma fue aprobada de forma definitiva.
El mensaje de la CEP indica que la promulgación de esta ley “constituye un paso importante hacia la construcción de una sociedad que respeta y defiende la vida humana y supera una cultura de muerte”.
Asimismo, Mons. Cabrejos escribió que se debe seguir trabajando “para garantizar que los niños vengan a un mundo que los reciba con amor acogedor, expresión del hermoso don de la vida y de la esperanza de la humanidad”.
“Todos estamos desafiados a renovar nuestro compromiso, especialmente las familias, para proteger la dignidad de todos los niños y niñas y ofrecerles la oportunidad de crecer en un ambiente sano”, agregó el prelado.
El llamado a la acción continuó con un llamamiento a los fieles y personas de buena voluntad, instando “a trabajar juntos para construir una sociedad que respeta y defiende los derechos fundamentales de todos, especialmente de los niños desde el momento de la concepción”.