Este 18 de noviembre, en Maracaibo (Venezuela), se celebró el día de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, patrona de la ciudad y de todo el estado Zulia, en el occidente del país. El Cardenal Baltazar Porras, Arzobispo de Caracas, manifestó que la Virgen, sobre todo en estos días de fiesta, invita “a la paz y a la convivencia fraterna”.
Durante 8 días —del 11 al 18 de noviembre— se celebra en la ciudad la Feria de La Chinita, como se le conoce afectuosamente a la Virgen de Chiquinquirá. Estos días, los marabinos le rinden homenaje a su patrona con Misas, procesiones y Rosarios; pero también con fiestas y los famosos “Amaneceres gaiteros”, maratónicos conciertos para esperar el día de la Virgen.
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La Basílica es el epicentro de las celebraciones religiosas. Miles de fieles provenientes de Maracaibo, del Zulia y de toda Venezuela se acercan con gran fervor a visitar a la Madre de Dios, dejándole flores, agradecimientos o sencillamente acompañándola con sus oraciones.
Este año, la Misa solemne del 18 de noviembre fue presidida por el Cardenal Baltazar Porras, Arzobispo de Caracas, en la plazoleta adyacente a la Basílica. Allí pronunció su homilía, en la que resaltó que “la fe del pueblo zuliano trasciende fronteras”.
“En estos momentos vivimos tiempos de guerras, casi mundial, como ha señalado el Santo Padre, de los que no podemos decir que estamos exentos. No somos amantes ni cultores de la guerra o la violencia. Por ello la orientación de la vida de nuestro pueblo busca compartir sentimientos sin caer en diatribas de odio”, expresó el Cardenal Porras.
Además, el purpurado indicó que las celebraciones de La Chinita son el preludio de la Navidad, que este año “nos invita a acercarnos con ternura a una Venezuela herida y en grave fragilidad”. Y agregó que el encuentro con el Niño Jesús debe hacer renacer la “esperanza transformadora en el país, que rompa barreras para unir fuerzas constructivas sin exclusiones”.
Después de la Santa Misa, la imagen de La Chinita paseó en procesión alrededor de la Basílica, al ritmo de la tradicional gaita zuliana y en brazos de los Servidores de María.
La Virgen de Chiquinquirá en Maracaibo
La tradición de la devoción a La Chinita en el estado Zulia se remonta hasta el año 1709. Desde ese entonces, los maracuchos no sólo le dedican estos días de noviembre a su patrona, sino que le encomiendan su vida entera.
Cuenta la historia que el 18 de noviembre de aquel año, un grupo de mujeres lavaba ropa en las orillas del lago de Maracaibo, cuando en plena faena una de ellas vio una tablita de madera flotando entre las olas.
La señora tenía por nombre María Cárdenas, quien la tomó, la llevó a su casa y la usó para tapar una tinaja. Luego, mientras la limpiaba, se dio cuenta de que era una imagen religiosa y la colgó en la pared.
Un día, en la casa de Cárdenas se escucharon golpes y surgió un destello de luz del retablo que iluminaba todo el lugar. La anciana salió a la calle gritando “¡Milagro,milagro!”. Entonces todos los vecinos llegaron y vieron la imagen de una Virgen mestiza.
La Virgen fue llevada hasta la antigua ermita de San Juan de Dios, construida en 1686. Hoy ahí se levanta la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá.