El Papa Francisco ha señalado que “la peregrinación a los santuarios es una clara expresión de confianza en Dios”, pues en estos se encuentra “el tierno amor del Padre”.
Lo afirmó durante una audiencia con los fieles de la Archidiócesis de Ozamiz (Filipinas), a quienes recibió en la mañana de este viernes 17 de noviembre en el Vaticano, como parte de la peregrinación mariana que realizan por Europa.
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Al dirigirse al Arzobispo Martin Jumoad y al grupo de fieles y religiosos filipinos que elebran los 50 años de su Arquidiócesis, el Santo Padre destacó que el peregrino “lleva en su corazón su fe, su historia, sus alegrías, sus angustias, sus esperanzas y sus oraciones personales”.
“En los santuarios encontramos el tierno amor del Padre que tiene misericordia de todos”, continuó el Papa Francisco.
Más tarde, añadió que “esta misericordia se nos manifiesta a menudo a través de nuestra santa Madre, María, que nos enseña a acoger a Dios en nuestra vida y que, precisamente por ser madre, sabe poner nuestras necesidades ante Jesús”.
Como en ocasiones anteriores, el Santo Padre remarcó que la Virgen María “nunca se señala a sí misma, María siempre señala al Señor. Es un gesto materno, y generoso, porque nunca quiso ponerse a sí misma en el centro, siempre al Señor”.
Para el Pontífice, María es “quien nos muestra que ser discípulos de Jesús implica siempre escuchar su palabra, meditarla en el corazón y luego llevarla a los demás”.
En este sentido, el Papa Francisco explicó que la Virgen María “fue la primera discípula misionera”, y manifestó a los fieles filipinos su deseo de que esta peregrinación los ayude “a ser como ella: discípulos misioneros transformados por el encuentro con el Señor y renovados en el celo de testimoniar su presencia, su compasión y su amor”.