A tres semanas del paso del huracán Otis por las costas de Acapulco, en el estado mexicano de Guerrero, la Iglesia Católica, que lleva ayuda a las zonas más afectadas, es clara: “la emergencia no ha pasado todavía”.
Así lo aseguró a ACI Prensa el P. Leonardo Morales, director de Cáritas en Acapulco, que aseguró que la Iglesia seguirá ayudando a los damnificados “todo el tiempo que sea necesario”.
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Las declaraciones del P. Morales contrastan con la decisión del gobierno mexicano, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, que el 9 de noviembre determinó “la conclusión de la situación de emergencia”, pues “en Acapulco no se mantiene una situación que pudiera causar daño a la población o a sus bienes”.
El huracán Otis tocó tierra cerca de Acapulco a las 00:25 horas (hora local) del 25 de octubre, con categoría 5 y rachas de viento de hasta 330 kilómetros por hora. De acuerdo a López Obrador, al menos 48 personas murieron a causa del desastre natural, y hoteles, casas y negocios quedaron dañados en varios municipios del estado de Guerrero.
Al día siguiente, el gobierno emitió una declaratoria de emergencia, un mecanismo legal que obliga a “prestar auxilio inmediato a la población cuya seguridad e integridad está en riesgo”. Esta decisión fue suspendida el 9 de noviembre.
En respuesta a la decisión gubernamental de suspender la declaratoria de emergencia, el director de Cáritas en Acapulco indicó a ACI Prensa que en la zona aún “se están viviendo situaciones complicadas respecto a la comida y el agua, así como la luz (que) no se ha restablecido totalmente, ni el internet”.
Para el P. Morales, la declaratoria de emergencia en la zona “aún debió haber permanecido”.
El sacerdote indicó que la Iglesia mantendrá abiertos los albergues que se establecieron temporalmente “para familias que se quedaron sin hogar”, así como los más de 25 comedores “que se instalaron para dar de comer a los hermanos”.
También continuarán disponibles los tres centros de acopio de Cáritas donde se almacena y reparte las donaciones que se reciben para ayudar a la población local.
“Las ayudas que nos han llegado de fuera se han distribuido a través de los párrocos que han venido en sus camionetas”, para llevarlas “a distintas colonias y las reparten personalmente”, explicó el director de Cáritas.
Además, en preparación para la fase de reconstrucción, el P. Leonardo Morales, anunció que el Arzobispo de Acapulco, Mons. Leopoldo González, ya designó sacerdotes para supervisar y coordinar estos esfuerzos.
La reconstrucción, explicó, se realizará “en coordinación con Caritas Mexicana, con un colectivo llamado Guerrero es Primero y más organizaciones que puedan sumarse, así como coordinando algunas cosas con la autoridad civil”.
A pesar de la “buena respuesta” recibida hasta el momento de organizaciones, fundaciones y empresarios de otros estados, el P. Leonardo Morales hizo un llamado a la población: “les pedimos de favor que no se cansen de ayudar, porque esto no ha sido fácil”.