Este miércoles 15 de noviembre, el Papa Francisco centró su catequesis de la Audiencia General en la alegría de anunciar el Evangelio y explicó que “las ideologías no saben sonreír” y que “el Evangelio es una sonrisa, te hace sonreír porque te toca el alma con la buena noticia”.
Ante los fieles que le escuchaban desde la Plaza de San Pedro del Vaticano, el Santo Padre destacó que esta alegría viene de “una persona”, que es Jesús. “O anunciamos a Jesús con alegría, o no lo anunciamos, porque otro camino de anunciarlo no es capaz de llevar la verdadera realidad de Jesús”, advirtió.
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Para el Pontífice, “un cristiano infeliz, triste, insatisfecho o, peor todavía, resentido y rencoroso no es creíble. Este hablará de Jesús pero ninguno le creerá”, aseguró.
Más tarde, contó que en una ocasión, hablando de estos cristianos, alguien le dijo que “son cristianos con cara de ‘bacalao’, no expresan nada, son así. La alegría es esencial”, reiteró.
Remarcó también que “es esencial vigilar nuestros sentimientos” y advirtió que “el Evangelio no es una ideología, el Evangelio es un anuncio, un anuncio de alegría. Las ideologías son todas frías, el Evangelio tiene el calor de la alegría. Las ideologías no saben sonreír, el Evangelio es una sonrisa, te hace sonreír porque te toca el alma con la buena noticia”.
Asimismo, subrayó que “inmersos en el clima veloz y confuso de hoy, también nosotros, de hecho, podríamos encontrarnos viviendo la fe con un sutil sentido de renuncia, persuadidos que para el Evangelio no haya más escucha y que ya no valga la pena comprometerse para anunciarlo”.
Sin embargo, aclaró que “precisamente este es el momento de volver al Evangelio para descubrir que Cristo ‘es siempre joven y fuente constante de novedad’”.
“El Evangelio es esperado también hoy: el hombre de todo tiempo lo necesita, también la civilización de la incredulidad programada y de la secularidad institucionalizada; es más, sobre todo la sociedad que deja desierto los espacios del sentido religioso, tiene necesidad de Jesús. Este es el momento favorable al anuncio de Jesús”.
El Papa Francisco afirmó que “quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento”.
“Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría. No olvidemos esto, y si alguno de nosotros no percibe esta alegría, que se pregunte si ha encontrado a Jesús. Una alegría interior. El Evangelio va por el camino de la alegría, siempre”.
Por último, el Santo Padre invitó a cada cristiano, “en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar hoy mismo su encuentro personal con Jesucristo”.
“Que cada uno de nosotros hoy gaste un poco de tiempo y piense: “Jesús tú estás dentro de mí, quiero encontrarte todos los días, Tú eres una persona, no eres una idea, Tú eres un compañero de camino, no eres un programa. Tú eres amor que resuelve muchos problemas. Tú eres el inicio de la evangelización, Tú Jesús, eres la fuente de la alegría”, concluyó.