El cariño de San Alberto Magno por su hijo espiritual Santo Tomás de Aquino

El 15 de noviembre es la fiesta del dominico San Alberto Magno, patrono de los científicos. Este gran Doctor de la Iglesia tuvo un gran aprecio por su hijo espiritual Santo Tomás de Aquino, a quien incluso defendió de varias condenas.

San Alberto (1200-1280) fue llamado “Magno” (el grande) por sus propios contemporáneos, porque desarrolló grandes investigaciones en el mundo de la ciencia. Tanto es así que explicó la redondez de la tierra con fuertes argumentos. También fue quien desarrolló la tradición católica intelectual.

De acuerdo al Papa Benedicto XVI, San Alberto incluyó en su reflexión filosófica y teológica al pensamiento filosófico pre cristiano de Aristóteles. Algo que heredó también su alumno dominico Santo Tomás de Aquino (1225-1274), el llamado Doctor Angélico.

“Así nació en el siglo XIII una distinción clara entre los dos saberes, filosofía y teología, que, dialogando entre sí, cooperan armoniosamente al descubrimiento de la auténtica vocación del hombre, sediento de verdad y de felicidad”, explicó el Papa alemán en una audiencia en 2010.

Según el dominico Fray Martín Gelabert Ballester, docente de Teología, San Alberto propuso a su superior que su alumno fuera Catedrático de Teología de la Universidad de París (1252). Santo Tomás tenía sólo 27 años de edad y ejerció muy bien el cargo.

Por otro lado, el fraile también cuenta que el entonces Arzobispo de París, Mons. Esteban Tempier, condenó 219 proposiciones (o postulados teológicos), entre las que había unas 12 que se referían a la enseñanza de Santo Tomás. Esto sucedió el 7 de marzo de 1277, día en que se cumplían tres años de la muerte del Doctor Angélico.

El anciano San Alberto, al saber esto, partió de Colonia (Alemania) hasta París para defender personalmente el pensamiento de quien fue su máximo estudiante. “A pesar de la gran impresión que causó su llegada, no consiguió que se retiraran las proposiciones condenadas”, precisa Fray Gelabert.

Era tanta la cercanía espiritual de San Alberto con Santo Tomás que, según el Beato dominico Santiago de la Vorágine, cuando falleció su discípulo, el patrono de los científicos se puso a llorar. Los que estaban a su alrededor empezaron a preguntarle qué le sucedía y él respondió: “Mi hijo en Cristo fray Tomás de Aquino acaba de salir de este mundo”.

Con el tiempo San Alberto Magno llegó a ser catalogado como Doctor Universal por su gran conocimiento intelectual y sabiduría espiritual. Mientras que Santo Tomás de Aquino, patrono de la educación, es uno de los filósofos y teólogos más influyentes en la formación católica hasta la actualidad.

Es preciso indicar que en el texto Santo Tomás de Aquino en el Magisterio de la Iglesia de Mons. Gustavo Eloy Ponferrada, tomista y doctor en filosofía, se precisa que “las condenas (a Santo Tomás) fueron anuladas tras la canonización del Angélico por el Papa Juan XXII el 13 de julio de 1323”.