Los Caballeros de Colón alcanzaron un hito importante este 6 de noviembre, cuando donaron su abrigo número un millón a través de su programa “Abrigos para Niños”.

Durante un evento celebrado en el Annunciation Catholic School de Denver (Estados Unidos), el Caballero Supremo, Patrick Kelly, participó en la distribución de casi 1.000 abrigos nuevos a niños desfavorecidos de cinco escuelas católicas de esa ciudad. La donación de abrigos estuvo acompañada de una ofrenda de 10.000 dólares a cada una de las cinco escuelas que participan en el programa.

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Desde 2009, los Caballeros han proporcionado abrigos de invierno nuevos y de alta calidad a niños necesitados, distribuyéndolos en 49 estados de Estados Unidos y en algunas provincias canadienses. También se han repartido abrigos en bases militares de Estados Unidos y en reservas de indígenas nativos en ambos países.

En una entrevista con EWTN News Nightly esta semana, Kelly afirmó que el programa "proporciona el regalo del calor a los niños en los meses más fríos".

"Realmente está en consonancia con lo que son los Caballeros", indicó, y añadió: "Desde nuestros comienzos con el P. Michael McGivney, hemos estado al servicio de la familia, por lo que está muy en consonancia con nuestra visión fundacional de servir a la familia y nuestra misión fundacional de caridad".

Kelly señaló que los Caballeros están viendo una mayor necesidad de abrigos este año. En 2023, más de 1.500 consejos de Caballeros distribuirán más de 200.000 abrigos.

"La caridad es realmente parte de lo que Cristo nos llama a ser", resaltó Kelly.

Contó que muchos de los profesores presentes en el acto le hablaron de la "tremenda necesidad" que tienen muchas de las familias con bajos ingresos y de lo esencial que es un abrigo para sus hijos.

El programa “Abrigos para los Niños” ayuda a "aliviar la carga de los padres", explicó Kelly, haciendo que los Caballeros proporcionen abrigos a sus hijos.

Entonces, ¿quién recibió el abrigo número un millón?

"Se lo dimos a una niña maravillosa que era simplemente una estrella y estaba muy contenta de tener el abrigo", indicó. "El abrigo que le dimos era uno de color dorado y le dijimos que se lo dábamos porque tiene un corazón de oro", concluyó.


Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.