Un obispo mexicano, de una de las regiones más golpeadas por la violencia del narcotráfico, peregrinó recientemente a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, en Ciudad de México, y a los pies de la Virgen imploró por la paz.
Mons. Cristóbal Ascencio García, Obispo de Apatzingán, en el estado mexicano de Michoacán, encabezó el 8 de noviembre la peregrinación diocesana anual a la Basílica de Guadalupe bajo el lema “Peregrinos que claman por la paz”. Junto a los más de 600 de peregrinos que lo acompañaron rogó a Dios que su grito de paz llegue “hasta el cielo”.
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Apatzingán, ciudad ubicada a unos 187 kilómetros al suroeste de Morelia, la capital del estado de Michoacán, es una de las más golpeadas por la violencia del narcotráfico en la región, cuyo control es disputado por grupos como el Cártel Jalisco Nueva Generación, la Familia Michoacana y los Caballeros Templarios.
Zamora, la segunda ciudad más violenta del mundo en 2022 de acuerdo al ránking elaborado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, se encuentra apenas a 159 kilómetros al norte de Apatzingán. Uruapan, que ocupa el puesto 7, se ubica a unos 105 kilómetros al noreste. Morelia, por su parte, se encuentra en la posición 33.
Entrevistado por ACI Prensa el 9 de noviembre, Mons. Ascencio aseguró: “Tenemos mucha necesidad de paz en mi Diócesis, porque la vida se vuelve imposible para muchas personas y comunidades”.
El Prelado indicó, además, que “todos los obispos” tienen “el compromiso de promover” las peregrinaciones diocesanas a la Basílica de Guadalupe.
Al inicio de la Misa, Mons. Ascencio señaló: “Comunidades campesinas de varias parroquias están sufriendo por la violencia, personas inocentes sufren y son desplazadas”.
“Venimos cargados con todo eso que traemos a pedir la paz. Somos peregrinos que piden la paz a Dios: ¡Queremos paz! Así que este grito llegue hasta el cielo y hacia todos nosotros para que colaboremos en sembrar paz en nuestras comunidades”, alentó.
Durante la homilía, el Prelado pidió asimismo por quienes sufren la inseguridad y la violencia, y por quienes en algunos casos han sido desplazados de sus regiones de origen.
“Por eso hemos venido a pedirle a la Virgen que ilumine los corazones y dé esperanza a aquellos que están sufriendo lo indecible, y que ilumine los corazones de todos, para que seamos sembradores de paz; y que ilumine las mentes y los corazones de los responsables de la seguridad ciudadana”, expresó.
La peregrinación de la Diócesis de Apatzingán continuó el jueves 9 de noviembre con una visita al Santuario de Cristo Rey, en el Cerro del Cubilete, en el estado mexicano de Guanajuato.
El recorrido culminará este viernes 10 de noviembre, también con una Eucaristía, en el Santuario de Nuestra Señora de San Juan de Los Lagos, en el estado de Jalisco.