El pasado domingo 5 de noviembre, la Iglesia Católica ecuatoriana ofreció varias Misas dominicales en sufragio por los bebés abortados y los niños que mueren sin Bautismo. Las celebraciones litúrgicas se desarrollaron en las ciudades de Guayaquil, Samborondón, Daule, Portoviejo, Santo Domingo, Ambato y Tulcán.
En el marco de esta propuesta, un grupo representativo de obispos de todo el país se reunieron en el Panteón Metropolitano de Guayaquil, el pasado viernes 3 de noviembre, para celebrar la tradicional Misa campal institucionalizada por la Arquidiócesis local y la Junta de Beneficencia de la ciudad, que se realiza anualmente junto al "Pabellón de No Nacidos" del cementerio.
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Al término de la Eucaristía, varios niños tocaron la campana que se encuentra en el lugar, conocida como “La voz de los no nacidos”, que fue bendecida por el Papa Francisco durante su visita a Ecuador, en memoria de los 110 bebés cuyos restos descansan en el lugar.
Por su parte, Mons. Eduardo Castillo Pino, Arzobispo de Portoviejo, se refirió a esta iniciativa. Explicó que, además de encomendar el alma de los niños a la misericordia de Dios, se busca también “llamar la atención de los fieles, y de la sociedad en general, sobre la dignidad de estos bebés, que se encuentran entre los más pobres, desprotegidos y descartados de entre la familia humana, así como sobre la tragedia de la difusión del aborto, su tolerancia social y su favorable legislación”.
“Esperemos que, para el año próximo, podamos lograr, también nosotros, un espacio reservado para los bebés abortados o descartados, en uno o más cementerios de nuestra arquidiócesis”, concluyó.