El Vaticano aprobó la apertura del proceso de beatificación y canonización de 35 católicos que fueron asesinados en medio de una sangrienta persecución religiosa perpetrada por extremistas hindúes, en India.
En declaraciones a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés), el Arzobispo de Cuttack-Bhubaneswar, Mons. John Barwa, expresó su alegría por la decisión del Dicasterio para las Causas de los Santos de la Santa Sede.
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“El proceso de beatificación no sólo es un reconocimiento a su notable vida y servicio, sino que, al mismo tiempo, ofrece una profunda fuente de alimento espiritual a los cristianos de Cuttack-Bhubaneswar y de otros lugares”, manifestó el Prelado.
Es preciso indicar que el Dicasterio para las Causas de los Santos aprobó la apertura de la causa, concediendo el Nihil Obstat (ningún obstáculo), que es la manera formal para indicar que no hay ninguna objeción para que se recopile toda información y testimonios sobre la vida y obra de estos 35 siervos de Dios.
¿Por qué los mataron?
Hace más de 15 años, un 23 de agosto de 2008, se desató un ataque contra los cristianos del distrito de Kandhamal, en el estado de Odisha (Orissa).
Los extremistas hindúes acusaban a los cristianos del asesinato del líder nacionalista Swami Lakshmanananda. Por ello exterminaron a más de 100 fieles que se negaron a convertirse al hinduismo.
Además, destruyeron cientos de edificios entre iglesias y lugares de culto cristianos. Miles de casas e instituciones fueron devastadas y saqueadas, y más de 50.000 personas tuvieron que huir.
Un sacerdote del lugar, el P. Thomas Chellan, relató hace unos años que sobrevivió escapando de un centro pastoral junto a su asistente y una religiosa. El asistente se escondió en casa de su hermano, pero el sacerdote y la religiosa fueron refugiados en la casa de un hindú.
La turba al final los encontró. El sacerdote fue duramente golpeado y la religiosa violada. Luego permanecieron atados ante la vista de la policía. Posteriormente, atacantes y víctimas terminaron en la estación policial. Más adelante un arzobispo los llevó a buen resguardo, donde recibieron tratamiento médico.
El P. Chellan explicó que muchos cristianos son considerados “dalits”, que es la casta más baja en la jerarquía hindú tradicional, y por ello son discriminados junto a los musulmanes.
Sin embargo, el número de fallecidos durante la persecución podría haber sido mucho mayor. Según recoge ACN, un informe del Partido Comunista de la India indicó que habrían muerto unas 500 personas.