Este lunes 30 de octubre 88 obispos de la Conferencia Episcopal Española (CEE) se reunieron en asamblea extraordinaria. Al final de su encuentro reiteraron su pedido de perdón por los abusos y precisaron que los datos extrapolados por algunos medios, tras la presentación del informe del Defensor del Pueblo, “no corresponden a la verdad”.
El Defensor del Pueblo de España, Ángel Gabilondo, entregó el 27 de octubre a la presidenta de las Cortes Generales, Francisca Armengol, el Informe sobre abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia Católica. Una respuesta necesaria, un texto de más de 770 páginas.
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“Al analizar esta cuestión, los obispos presentes han manifestado su dolor por el daño causado por algunos miembros de la Iglesia con los abusos sexuales y reiteran su petición de perdón a las víctimas”, señala un comunicado de la CEE.
El comunicado indica además: “Duelen los abusos cometidos en la Iglesia. Sorprende también la extrapolación que se hace de los datos obtenidos en una encuesta adjunta al informe. No corresponden a la verdad ni representan al conjunto de sacerdotes y religiosos que trabajan lealmente y con entrega de su vida al servicio del Reino”.
A la asamblea, presidida por el Arzobispo de Barcelona, Cardenal Juan José Omella, también fue invitado Gabilondo, quien declinó asistir por razones personales.
En el texto los obispos se unen al pedido del Defensor del Pueblo “que urge al Estado a poner en marcha las recomendaciones que el informe realiza a sus distintas instituciones, para asumir su responsabilidad en la tarea conjunta de poner fin a esta lacra que afecta a toda la sociedad, como señala el mismo informe”.
“Dejar de tener en cuenta la magnitud del problema y su dimensión mayoritariamente extraeclesial, supone no afrontar las causas del problema y perpetuarlo en el tiempo. Además, poner el foco exclusivamente en la reparación de las víctimas de la Iglesia, discriminaría a la mayoría de las víctimas, a las que convertiría en víctimas de segunda”, prosigue.
Tras señalar que las propuestas del informe “en buena medida son convergentes con otras propuestas trabajadas” en la CEE “desde ya hace algún tiempo”, los prelados informan que han encargado a su Servicio de Protección de Menores “el itinerario de la aplicación de las recomendaciones del Defensor del Pueblo, en relación a los cauces de reparación, prevención y formación. Este itinerario será ya implementado en la próxima Asamblea Plenaria de noviembre”.
“Un solo caso de abusos es intolerable. La Iglesia católica en España lleva años trabajando en poner fin a esta lacra y va a seguir trabajando en la misma línea, incorporando a su esfuerzo diario estas recomendaciones”, resalta el comunicado.
Algunas cifras del Informe del Defensor del Pueblo
El documento recoge, además de detalles técnicos sobre su elaboración, testimonios de 487 personas que denuncian haber sufrido abusos, casi todas ellas cuando eran menores de edad.
El resumen ejecutivo del informe señala que “pretender hacer una estimación del número de víctimas supondría pasar por alto el silencio voluntario de muchas de ellas e ignorar las que han desaparecido como consecuencia del paso del tiempo”.
Además, se reconoce la disparidad en los números ofrecidos por distintas fuentes. Aún así, el Defensor del Pueblo asegura que, según una encuesta incluida en el informe realizada a más de 8.000 personas, “el abuso sexual infantil cometido en un ámbito religioso es un problema que ha afectado en España a un 1,13% de las personas adultas”.
Este porcentaje extrapolado supone que en España habría más de 400.000 personas adultas que habrían sido víctimas de abuso en el ámbito religioso en sentido amplio, lo que implica que los victimarios serían también profesores o catequistas, entre otros, en parroquias, colegios o campamentos.
Además, afirma que “el porcentaje de personas adultas que fueron víctimas de abusos cometidos por un sacerdote o religioso católico es inferior, un 0,6%, cifra similar a la encontrada en estudios realizados en otros países”. Este porcentaje equivaldría a unas 200.000 personas adultas.
Según esa encuesta, la mayoría de los que habrían sufrido los abusos serían varones (64,6%). Por otro lado, se aprecia que “el hecho de que la prevalencia disminuya en las edades más jóvenes indica una tendencia decreciente a partir de los años sesenta y setenta, en los que se produjeron el mayor número de abusos”.