El Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, salió al frente de los descalificativos que el Presidente Néstor Kirchner le profirió esta semana y aseguró que como obispo no ve a los pobres por televisión sino que trabaja por ellos, no se ha “enriquecido” en el Episcopado y cuando habla de la crisis nacional lo hace como pastor y no como político.
El mandatario reaccionó airadamente a los comentarios que Mons. Aguer hizo hace una semana en su programa televisivo "Claves para un Mundo Mejor", durante el cual pidió cautela, prudencia, moderación y concordia al gobierno y al pueblo, para evitar un conflicto interno.
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En la edición de esta semana, el Arzobispo dijo estar sorprendido por “la reacción del Presidente de la Nación, sobre todo porque incurrió en el ataque personal y con términos de descalificación".
Según el Arzobispo, Kirchner “aludió al aval que ofrecí el año pasado para que pudiera hacerse efectiva la excarcelación del Señor Francisco Trusso que había sido determinada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación".
Sobre este tema, aseguró que lo hizo “a pedido de la familia. No desembolsé un centavo. Se trato de una caución moral y es algo de lo cual no tengo que avergonzarme como si fuera un desliz que hubiera menoscabado mi autoridad moral".
"Además yo no veo a los pobres por televisión. Conozco la pobreza desde mi infancia y no me he enriquecido al acceder al Episcopado", indicó.
Mons. Aguer señaló que cada semana hace visitas pastorales a las parroquias de su arquidiócesis, “hablo con todo el mundo, con los pobres y con los menos pobres y no digo con los ricos porque en mi zona prácticamente no hay, y si los hay no salen a mi encuentro”.
“Desde siempre me he ocupado de difundir la Doctrina Social de la Iglesia. He criticado y he criticado seriamente, con argumentos, la orientación económica que prevaleció en la Argentina durante una década. Lo he hecho en discursos, en homilías, por televisión, en escritos publicados en mis libros, y lo hacia cuando algunos políticos, que incluso hoy día son gente muy importante, adherían y apoyaban esa orientación económica que causo tanto daño al pueblo Argentino”, recordó.
El Arzobispo también indicó que “me he ocupado y me sigo ocupando de la realidad social de mi patria y lo hago en cuanto Pastor de la Iglesia, no hablo como político, yo no soy un político, no tengo intereses de sector. Me importa sí la suerte de mi pueblo y trato de paliar las necesidades más urgentes en la medida en que podemos".
"Yo creo que si el Señor Presidente tratara asiduamente con los obispos comprendería en modo muy sencillo que todos, todos los obispos, tratamos de ayudar para que las cosas mejoren y que deseamos sinceramente y esperamos que la gestión de su gobierno pueda llevar prosperidad y paz al pueblo Argentino", concluyó.