En respuesta a la “devastación” ocasionada por las recientes tormentas y huracanes en el país, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) convocó a la solidaridad para “brindar ayuda generosa a los damnificados, especialmente a los más pobres y vulnerables”.
“En estos momentos difíciles hacemos un llamado a la unidad y la fraternidad entre todos los mexicanos”, expresaron los obispos a través de un comunicado difundido este 25 de octubre. Además, alentaron a que “nadie se quede indiferente ante el sufrimiento de los demás”.
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En particular, manifestaron su cercanía con las personas de las diócesis de Acapulco, Tlapa y Chilpancingo-Chilapa en el estado de Guerrero, así como con los habitantes del sur del estado de Oaxaca, zonas que han sufrido un mayor impacto.
El huracán Otis tocó tierra durante la madrugada de este miércoles como categoría 5 en la zona de Acapulco, en el estado mexicano de Guerrero, con vientos de hasta 270 kilómetros por hora. Cuatro días antes, Norma impactó las costas del municipio de La Paz, en Baja California Sur, como huracán categoría 2, causando al menos tres muertos.
Los daños de estos fenómenos de la naturaleza se suman a los generados por el huracán Lidia, que causó al menos dos fallecidos tras tocar tierra en el estado mexicano de Jalisco el 10 de octubre, y la tormenta tropical Max, que tocó tierra en el estado de Guerrero un día antes.
El reportero Jorge Martínez transmite desde la Costera de Acapulco las primeras imágenes del desastre que dejó el Huracán #Otis. pic.twitter.com/p1Zvbb7Gx9
— Carlos Torres (@CarlosTorresF_) October 25, 2023
La CEM reconoce en su comunicado “el dolor y la angustia que embarga a miles de familias que han perdido sus hogares, bienes y medios de vida en estas zonas de desastre”. Asimismo, los obispos lamentan que “muchas localidades sufren graves daños en su infraestructura, viéndose impedidas de acceder a servicios esenciales. Nos duele profundamente cada vida humana perdida”.
En este contexto, la CEM insta a las autoridades de “los distintos órdenes de gobierno” a redoblar y coordinar sus esfuerzos para apoyar a las víctimas, garantizando su seguridad y abastecimiento de alimentos, agua, medicamentos y alojamiento temporal.
“Es urgente la reconstrucción de viviendas e infraestructura pública”, señalan los obispos.
Más de la devastación. Acapulco amaneció sin luz, red telefónica ni internet, tras #Otis, como Huracán Categoría 5.
— Joaquín López-Dóriga (@lopezdoriga) October 25, 2023
También devastador el silencio del Gobierno, 12 horas después del impacto del meteoro, sin un solo balance oficial pic.twitter.com/wmdBkOefb1
Los prelados aseguran: ”Desde las diócesis y parroquias se brindará acompañamiento espiritual y material en la medida de nuestras posibilidades. No están solos, cuentan con nuestras oraciones y con la providencia divina que nunca abandona”.
“En estos momentos de prueba”, la CEM invita a renovar “la confianza en Dios” y a dejarnos “guiar por su fortaleza. Él transforma toda aflicción en esperanza. Unidos y solidarios lograremos salir adelante”.