Este 20 de octubre se celebra a San Pedro de Alcántara, quien fue consejero espiritual de Santa Teresa de Ávila y amigo de San Francisco de Borja. Este gran franciscano dio un importante remedio para erradicar la malicia del mundo.
San Pedro de Alcántara (1499-1562) es conocido por organizar la reforma de los franciscanos en España. En el libro Vidas de los Santos, del famoso historiador P. Alban Butler, se indica que Santa Teresa de Ávila contaba que él caminaba siempre descalzo, tenía un solo hábito para vestirse y hacía varias penitencias como el no dormir “más de una hora y media por día”.
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La Doctora de la Iglesia incluso indicaba que el santo tenía “grandes arrebatos y transportes de amor divino”. Además, resalta que era muy amable, amante de la pobreza y que sólo contestaba lo necesario cuando le preguntaban algo.
Cuando el santo falleció, Santa Teresa de Ávila contó que el Señor le dijo “que escucharía cuantas peticiones se le hiciesen en honor de San Pedro de Alcántara”. “Yo le he encomendado que me obtenga muchas cosas de Nuestro Señor y todas mis peticiones han sido oídas", aseguró la santa española.
En el libro del P. Alban Butler también se relata que cierto día un amigo de San Pedro de Alcántara se puso a quejarse de la malicia del mundo y el santo le dio la siguiente solución:
"El remedio es muy sencillo. El primer paso sería que vos y yo fuésemos lo que deberíamos ser; entonces estaremos en paz con nosotros mismos. Si todos hicieran eso, el mundo sería perfecto. Lo malo es que pensamos en reformar a otros antes de reformarnos a nosotros".