¿Cómo podemos perseverar en la vida de oración? El P. Roberto Funes Díaz, miembro de la sociedad clerical de vida apostólica mexicana Cruzados de Cristo Rey, comparte seis consejos para conseguirlo y enriquecer así nuestra relación con Dios.
1. Dios siempre espera hablar contigo
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Para el P. Funes Díaz, es importante tener “la conciencia de que Dios espera hablar contigo eternamente”.
“El Señor quiere que poco a poco vayamos en nuestra vida hablando más con Él, de manera que llegue un momento en que todos nuestros pensamientos, todas nuestras actividades, lo tengan a Él como la referencia”, asegura.
2. La importancia de la Eucaristía
De la misma forma, el P. Funes Díaz enfatiza que la oración más “profunda y significativa” es aquella que nos acerca al Señor, y esto se logra especialmente a través de la Eucaristía. “Participar en la Eucaristía nos permite experimentar una conexión más cercana con Dios”, indica.
3. ¿Qué te acerca o aleja del Señor?
“Identificar qué nos acerca o aleja de Dios es fundamental en nuestra vida de oración”, resalta el sacerdote. Por ello, señala que la “verdadera oración cristiana” debe llevarnos hacia la Eucaristía y al “deseo de recibir a Cristo” en nuestra vida.
3. No es cuestión de cantidad, sino de calidad
El sacerdote aconseja “no medir el tiempo dedicado a la oración”, ya que su “autenticidad” no se refleja en la cantidad de minutos invertidos, sino en la “calidad de la conexión con Dios”.
“Cuando la oración se hace con amor, nunca da la sensación de que fue suficiente (…). No deberíamos calcular la oración como si estando más o menos tiempo fuera mejor, sino más bien por estar verdaderamente en la presencia de Dios durante ese tiempo”, explica.
4. Rezar en cualquier momento
El P. Funes Díaz menciona asimismo que, aunque es importante “buscar momentos óptimos”, también “debemos estar dispuestos a orar incluso cuando estamos cansados físicamente”.
El sacerdote reconoce que las distracciones son comunes en la oración. Sin embargo, hace notar que “Dios es más comprensivo de lo que es una madre”, por lo que no debemos desalentarnos ni “abandonar la oración” por este motivo.
“No hay oración más santificadora porque yo esté más concentrado”.
El sacerdote sugiere usar herramientas para cuando ocurran algunos de los escenarios mencionados, como subrayar el texto en el que se medita o recitar oraciones específicas para evitar caer en la distracción.
6. Enseñar con el ejemplo
Para aquellos que desean enseñar a sus hijos a rezar, el P. Funes Díaz destaca la importancia del ejemplo. Los padres pueden “comunicar más a través de sus propias acciones que con palabras”.
“No te preocupes tanto por el cómo le va a enseñar [a tu hijo o hija]. Si tú estás orando, esa forma que tú tienes de orar le va a hacer ver que es importante la oración y se lo va a transmitir”, asegura.