Tras el ofrecimiento del Gobierno colombiano de no emprender acción militar alguna contra el Ejército de Liberación Nacional (ELN) “en reciprocidad” al cese de hostilidades declarada por la agrupación guerrillera, voceros de la Iglesia resaltaron la importancia de la iniciativa como un paso decisivo para el futuro de Colombia.

Mons. Jaime Prieto, Obispo de Barrancabermeja y uno de los obispos delegados por la Iglesia para el proceso, destacó la “reciprocidad” como palabra clave en este acercamiento.

“Creo que se van encontrando poquito a poco las soluciones a esos problemas que impedían el acercamiento y el diálogo”, dijo el Prelado.

Para Mons. Prieto ahora hay que esperar la respuesta del ELN. “Confío en Dios en que todo seguirá por el buen camino”, agregó en Bogotá, donde se realiza la Asamblea Plenaria de los obispos colombianos.

De esta manera, el Episcopado dio su opinión sobre la carta que el Comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, le remitió al facilitador para los acercamientos con el ELN, el embajador mexicano Andrés Valencia, en respuesta a planteamientos hechos reciente por esta guerrilla.

Asimismo, al finalizar el cuarto día de la Asamblea, los Obispos también hicieron un llamado a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), convocándolas para que “manifiesten su voluntad de paz con hechos significativos que les demuestren a los colombianos que quieren acabar con tanto dolor y tanta angustia”.

Por su parte, Mons. Luis Augusto Castro, delegado de la Iglesia para el tema del intercambio humanitario, señaló que si bien en la actualidad los acercamientos están estancados es necesario persistir en esta tarea. “Si no podemos entrar por la puerta de adelante, lo haremos por la de atrás”, declaró.

Sobre este particular, las familias de las personas secuestradas por las FARC enviaron recientemente una comunicación por la que solicitan al presidente Álvaro Uribe facilitar la labor de Mons. Castro, pues consideran que esta se ha entorpecido debido a los operativos militares en el sur del país.

Apoyar negociaciones de paz

Por otro lado, los obispos colombianos extendieron a diversos sectores su llamado a poner los medios necesarios para el éxito de las negociaciones y la consecución de la paz en el país.

Así, Mons. Julio César Vidal, al referirse a las negociaciones con los paramilitares precisó que “esto no ha sido algo improvisado”. “Ha llevado dos años de contacto y de acercamiento. Si se logran desmovilizar veinte mil hombres armados, no cabe duda que eso será importantísimo para el país”.

Mons. Vidal abogó por que las instituciones, la sociedad civil y la comunidad internacional apoyen esta negociación. “No se puede asfixiar el proceso, sino apoyarlo. En el camino se irán depurando las cosas, a fin de que salga limpio para el país”, señaló.

Por su parte, el Arzobispo de Bogotá y Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), Cardenal Pedro Rubiano, dijo que la Iglesia les hace un llamado a todos los que están al margen de la ley: “Les pedimos que atiendan el clamor de los colombianos, de sus propias familias, pues ellos también necesitan la paz, sus seres queridos anhelan que ellos vivan en paz”.

Familiares confían en Iglesia

De otro lado, los familiares de los secuestrados por las FARC pidieron al Presidente colombiano, mediante una carta,  la facilitación de la labor que él mismo le ha dado a la Iglesia a fin de concretar un acuerdo humanitario.

se posibilite esta invaluable labor