El recientemente nombrado Arzobispo de Mérida-Badajoz, Mons. Santiago García Aracil, envió un saludo a sus hermanos Obispos de su nueva Provincia Eclesiástica, a los sacerdotes, religiosos, feligreses y a toda la sociedad manifestando que se acerca a Extremadura con “ilusión y compromiso”.
“Ilusión, no sólo porque llego a un pueblo fuerte y capaz de nobles aventuras, sino porque me acerco a unas gentes, tan tiernas como fuertes, que veneran por Patrona a la Virgen Nuestra Señora”, Santa María de Guadalupe, manifestó el Arzobispo nacido en Valencia.
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Asimismo, Mons. García Aracil, señaló que “el compromiso se cifra en poder aportar a esa querida diócesis todo lo bueno y positivo que la Divina Providencia me ha regalado como herencia de las tierras de Valencia y Andalucía, unidas a Badajoz por San Juan de Ribera, nacido en Sevilla, Obispo nóbel de Badajoz y Arzobispo de Valencia, en cuya Institución, Colegio y Capilla del Corpus Christi ejercí el ministerio sacerdotal durante dos decenios”.
Mons. García Aracil, que hasta el momento de su designación ocupaba el cargo de Obispo de Jaén, manifestó su disposición de llegar a su nueva diócesis “con inmensa alegría, con gran ilusión, con mucha confianza y con profunda esperanza”.
“La inmensa alegría se debe a que el Señor, por medio del Santo Padre Juan Pablo II, me ha manifestado fiarse de mí, al pedirme el sacrificio de renunciar a la queridísima diócesis de Jaén para entregarme sin reservas, en adelante, a esta ya querida Iglesia de Mérida-Badajoz”.
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