La Compañía de Jesús en Bolivia presentó este lunes en conferencia de prensa un protocolo actualizado para la prevención de abusos a menores de edad y adultos vulnerables.
Este documento, aseguraron, guiará las políticas y protocolos específicos de todas las instituciones bajo la jurisdicción de los Jesuitas.
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El protocolo representa una actualización del documento original de 2018 y es el resultado de ocho meses de trabajo, con la participación de asesores externos en la materia.
La licenciada Sandra Carvajal, responsable del Centro de Atención y Escucha a las Víctimas de Abusos, explicó que el objetivo principal de esta nueva guía es fomentar la confianza y proteger la seguridad de niños, adolescentes y adultos vulnerables.
Además, aspira a convertirse en un modelo a seguir para las instituciones asociadas a la Compañía de Jesús.
Durante la conferencia de prensa, la abogada de la Compañía de Jesús, Dra. Audalia Zurita, se refirió a una denuncia presentada días atrás por un grupo de exalumnos del colegio Juan XXIII en Cochabamba, en la que acusan al actual provincial de la Compañía de Jesús, el P. Bernardo Mercado, por encubrimiento de abusos.
Se trata de los abusos cometidos décadas atrás por el jesuita Alfonso Pedrajas, conocido como el “Padre Pica” y fallecido en 2009, así como otros sacerdotes de la Orden.
La Dra. Zurita cuestionó la acusación contra el provincial, señalando que a los denunciantes "no les interesa saber quiénes son los autores, en qué circunstancias, cuál es la prueba. Lo que quieren es un responsable vivo".
Exalumnos critican a los Jesuitas
Los exalumnos del Instituto Juan XXIII señalaron que en la conferencia de prensa “primó la soberbia y la mentira sofisticada”.
En esa línea, sostuvieron que “su escucha y apoyo jurídico pretende invisibilizar los abusos y dar lugar al reino de la impunidad, a pesar de su lamentero discurso de apoyo a las víctimas”.
En relación con las declaraciones de la abogada sobre el P. Mercado, los exalumnos señalan que no todos los acusados de abuso están muertos, sino que hay dos sacerdotes —Francesc Peris (Chesco) y Francisco Pifarré Clapés (Pifa)— que están vivos, y la Orden “los defiende a capa y espada”.
“Si algo de buena fe le queda a la Compañía de Jesús, debería aceptar un proceso en contra de su institución (sea quien fuere su provincial actual), para conocer la verdad material de los hechos en el marco del debido proceso, asumir responsabilidades si corresponden”, indican.
De lo contrario, “‘la escucha’ tendrá un carácter morboso y el acompañamiento judicial trazará el camino a la impunidad”, concluye el comunicado, firmado por José Luis Gareca Arias, abogado de los denunciantes.