El Obispo del Vicariato Apostólico de Beni y presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), Mons. Aurelio Pesoa, dedicó su homilía dominical a reflexionar sobre las consecuencias del cambio climático e hizo un llamado al cuidado de la “casa común”, en momentos en que más de 100 municipios se encuentran en emergencia debido a la sequía.
“¿Acaso son más importantes las discusiones de las diferencias partidarias que la necesidad real del agua que es vida?”, preguntó el Prelado a los fieles presentes en la Catedral Santísima Trinidad. “¿Acaso no es más acertado prevenir que lamentar?”, insistió.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
En esa línea, exhortó a los presentes a observar las consecuencias climáticas que sufre el país: “La destrucción de los bosques y los ríos, la sequía y falta de agua que se empieza a acentuar en algunas regiones de nuestro país, no es por nada o por casualidad, o el simple cambio climático”.
Mons. Pesoa recomendó no esperar la situación de emergencia para actuar. “Todos tenemos algo de responsabilidad”, aseguró el presidente de la CEB.
En ese sentido, llamó a reaprender sobre las cosas buenas que Dios nos regaló y no hemos sabido cuidar responsablemente, sino que “las estamos dañando poco a poco”.
“¿Qué le diremos a Dios cuando nos toque rendir cuentas?”, cuestionó.
En referencia a la lectura del libro de Isaías, explicó: “La viña que Dios nos entrega es la creación que debemos cuidar como buenos arrendatarios”.
“¿Cuáles o qué tipo de frutos estamos produciendo, mientras caminamos por este mundo de Dios?”, planteó, llamando a cuidar la viña para lograr que se produzcan buenos frutos para el futuro. “En este caso nos referimos al futuro de la humanidad”, precisó.
“Los frutos que espera el Dueño de la viña son: frutos de paz, de solidaridad, de misericordia, compasión, de igualdad, de justicia y de fraternidad, son los frutos que le corresponden a Dios”, señaló.
“Recordemos que Dios perdona siempre; el ser humano algunas veces; pero la naturaleza no perdona. Aun así, Dios sigue amando y confiando en el ser humano y espera que demos buenos frutos, cada uno de nosotros: frutos de justicia, equidad, tolerancia, igualdad, respeto al ser humano y a la naturaleza, fraternidad, amor al prójimo. Este es el tiempo de oír a Dios”, alentó.
La sequía afecta a siete de los nueve departamentos de Bolivia, donde 105 municipios se han declarado en situación de desastre. Según información de Defensa Civil, son más de 480.000 familias las damnificadas por esta situación.
El gobierno anunció que a mediados de octubre se realizará un “bombardeo de nubes” en Cochabamba para provocar lluvias. Se prevé que la situación se agrave entre enero y mayo de 2024.