Ante el ataque del grupo terrorista Hamás contra Israel, y la contraofensiva de este en Gaza, el Patriarca Latino de Jerusalén, Cardenal Pierbattista Pizzaballa, ha pedido a los fieles rezar en las Misas dominicales por un cese al fuego y porque no haya más víctimas que lamentar.

Este sábado, aproximadamente a las 6:30 am (hora local), Hamas, el grupo islamista que controla la franja de Gaza, inició un ataque por tierra, mar y aire, con innumerables misiles lanzados contra las ciudades israelíes.

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Asimismo, un número no de determinado de militantes ingresaron a Israel y, además de enfrentarse a los soldados, han secuestrado al menos a 50 personas.  

La respuesta del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, es que el país está “en guerra” y se ha respondido con ataques aéreos hacia la franja.

Hasta el momento, por el lado de Israel se habla de 70 personas muertas y 985 heridas, mientras que el Ministerio de Salud palestino ha informado que en Gaza han fallecido al menos 198 personas y 1.610 están heridas.

Ante esta situación, el Cardenal Pizzaballa ha solicitado a los fieles a ofrecer las Misas dominicales por “un cese al fuego y el fin de la guerra en curso en Tierra Santa, pidiendo al Señor que evite más derramamiento de sangre, destrucción de vidas y el entierro de esperanzas”.

En un comunicado publicado en su cuenta de la red social X, el Patriarcado Latino de Jerusalén invitó a rezar “todos con un solo corazón y una sola alma con el Papa Francisco: ‘Señor, ¡ven en nuestra ayuda! Concédenos la paz, enséñanos la paz; guía nuestros pasos en el camino de la paz. Abre nuestros ojos y nuestros corazones y danos el coraje de decir: ¡Nunca más la guerra!”.

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El Cardenal Pizzaballa, quien participaba en Sínodo de la Sinodalidad, expresó a la agencia SIR su temor de que las acciones lleven a una guerra. “Es una campaña militar por ambos lados, muy preocupante por las formas, por las dinámicas y por la amplitud. Se trata de un hecho muy triste”, manifestó.

En ese sentido, señaló que la toma de rehenes israelíes es algo injustificable que “no hará otra cosa que favorecer una mayor agresividad por ambos lados”.

Luego, el purpurado se dirigió a la pequeña comunidad cristiana de Gaza, conformada por poco más de mil fieles, de los cuales unos cien son católicos. “Que sepan que, como siempre, no se quedarán solos y que este es un momento en el que debemos estar unidos más que nunca”, manifestó.

Finalmente, solicitó a la comunidad internacional “volver a prestar atención a lo que está sucediendo en Oriente Medio. Los acuerdos diplomáticos y económicos no borran un hecho: hay una cuestión palestino-israelí que necesita ser resuelta y espera una solución”.