El Arzobispado de Buenos Aires (Argentina), a través del Consejo Pastoral para la Protección de Menores y Personas Vulnerables, convoca a una jornada de formación sobre prevención de abusos.
La actividad se desarrollará el sábado 7 de octubre de 9:00 a 17:30 horas en el Santuario Jesús Sacramentado, del barrio porteño de Almagro, y está dirigida a agentes de pastoral y personas que tengan participación activa en las parroquias. La idea es que participen tres representantes por parroquia, uno de ellos joven que sea mayor de 18 años.
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Entre los temas que se abordarán se encuentran: definiciones y tipos de abuso; dinámica abusiva; el lugar de los terceros y la sociedad; la cultura del cuidado y la prevención; aspectos legales y canónicos; y la importancia de la comunicación.
En ese marco, se presentará una parte técnica sobre el abuso y las etapas de la relación abusiva, cómo actuar para romper la red de abusos, y una conversión hacia la cultura del buen trato, como marco para la prevención.
En diálogo con Canal Orbe 21, el Obispo Auxiliar de Buenos Aires, Mons. José María Baliña, se refirió al Consejo Pastoral, al que describió como “un equipo que trabaja para que todos nos cuidemos en la Iglesia, en la Arquidiócesis”.
“Tenemos que cuidarnos, porque este drama de los abusos ha hecho tanto mal a las víctimas y a la Iglesia en general”, reflexionó.
El encuentro se enmarca en la necesidad de formar nuevos agentes pastorales que pongan su profesión al servicio, bajo los principios evangélicos, precisó Silvia Vergez Kenny, integrante del equipo.
“Primero capacitarnos, después formar un equipo, después comunicar a los sacerdotes”, comentó el Obispo.
Por eso, en la jornada no sólo participarán especialistas en los distintos núcleos temáticos, sino también el clero arquidiocesano, que fue invitado para profundizar en el abordaje de este tema en las distintas parroquias.
El fin último de esta convocatoria es ofrecer herramientas a las comunidades: “Parte del concepto de que todo adulto es responsable de esta cultura del buen trato y de la prevención”, explicó Vergez Kenny.
Sujetos de esa responsabilidad son los párrocos, pero también las comunidades parroquiales, aclaró. En ese marco, indicó: “Estuvimos trabajando en un manual de buenas prácticas y un protocolo de acción en caso de que se tomara conocimiento de una situación de abuso. Ya se puso a consideración del Arzobispo y, cuando esté aprobado, será de práctica obligatoria en todo ámbito eclesial de la arquidiócesis”.
Es tarea del Consejo Pastoral acompañar en su implementación, sobre todo a los párrocos, a quienes se exhorta a tener un pequeño equipo de prevención y “contar con algunos laicos que lo asistan en sensibilizar a la parroquia y adaptarse a esta nueva modalidad”, detalló.