El Premio Nobel de Literatura 2023 ha sido concedido este jueves a Jon Fosse, un novelista y dramaturgo noruego de 64 años, cuya conversión al catolicismo ha dejado una profunda huella en sus obras.
En una ceremonia celebrada este 5 de octubre, Mats Malm, secretario permanente de la Academia Sueca, indicó que el premio se le ha concedido “por sus innovadoras obras de teatro y prosa que dan voz a lo indecible”.
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Asimismo, señala que el galardón reconoce “su inmensa obra escrita en la forma Nynorsk del noruego, y que cubre una gran variedad de géneros, en un caudal de obras de teatro, novelas, colecciones de poesía, ensayos, libros para niños y traducciones”.
Fosse ha escrito alrededor de 40 obras —traducidas a más de 50 idiomas—, siendo las más importantes Boathouse, Melancholy y Septology.
Este jueves, el Obispo de Oslo, Mons. Bernt Eidsvig, felicitó “de todo corazón” a Fosse “en nombre de todos los noruegos lectores y amantes de la literatura”.
“Me alegra especialmente que Fosse sea católico y que esté dando testimonio de su fe. No percibo que se considere un apologista, aunque puede que lo parezca indirectamente. Me alegra en nombre de toda la nación, especialmente de la comunidad católica en Noruega”, indicó.
La fe católica de Jon Fosse
Fosse creció con una amalgama de ideologías comunistas y anarquistas, y sufrió de alcoholismo durante varios años. Sin embargo, en 2012 experimentó una conversión al catolicismo que marcó un punto de inflexión en su vida, abandonando definitivamente la bebida. En 2019, expresó: “Fue una transformación. Tomé las riendas y cambió el curso del barco”.
En una entrevista publicada en diciembre del año pasado, Fosse habló sobre su acercamiento al catolicismo: “A mediados de los 80 fui a Misa a una iglesia católica en Bjørgvin y me gustó, hasta el punto de que incluso comencé a asistir a un curso para convertirme en católico (…). Sólo muchos años después decidí convertirme”.
Según el literato, no hubiera logrado este cometido si no fuera gracias al “Maestro Eckhart y su forma de ser católico y místico al mismo tiempo”. Eckhart fue un predicador dominico, teólogo y místico del siglo XIII.
Cuando le preguntaron si se consideraba un escritor católico y místico, Fosse contó una historia: “Este lado místico tiene que ver con cuando tenía siete años y estaba a punto de morir. Fue un accidente. Me vi desde fuera, en una especie de luz resplandeciente, en paz, en un estado muy feliz, y estoy seguro de que ese accidente, ese momento, esa experiencia cercana a la muerte me formó como escritor. Sin eso, dudo que hubiera sido uno. Es fundamental para mí. Esta experiencia me abrió los ojos a la dimensión espiritual de la vida, pero siendo marxista, traté de negarlo lo más que pude”.
“Lo que cambió mi opinión es mi propia escritura. Cuanto mayor me hacía, más sentía la necesidad de compartir mis creencias con los demás. Lo sentí de una manera buena y pacífica en la Misa católica”, agregó.
Fernando Bonete, profesor y director del grado en Humanidades de la Universidad CEU San Pablo (Madrid), considera al noruego Fosse como “el gran escritor católico de nuestro tiempo”.
“Su obra es el testimonio actual más importante de la presencia de Dios en la literatura; es el gran escritor católico de nuestros días. Reúne, además, todos los grandes temas que hacen de la literatura un tesoro para el corazón: la fe, el amor, la muerte, la inocencia y la culpa, el destino, la búsqueda, la libertad”, escribió esta semana en la Revista Ecclesia.
Y agrega: “Fosse tiene una voz propia inconfundible, inimitable, y crea una experiencia de lectura única. Ligeramente vanguardista, su lirismo es conmovedor. La intimidad con que consigue arropar al lector es incomparable”.
Fosse nació en 1959 en la ciudad de Haugesund y creció en Strandebarm, en el fiordo de Hardanger, que se encuentra en la parte sur de la costa de Noruega. Actualmente vive en Grotten, la residencia honoraria del Estado para artistas destacados en las afueras del Parque del Palacio, en la capital, Oslo.