La Asamblea Sinodal de octubre tendrá un nivel de participación sin precedentes para un Sínodo. De los más de 360 miembros con derecho a voto, una cifra récord, casi el 27% de ellos no son obispos. Mujeres y un número considerable de laicos participarán por primera vez con derecho a voto en un Sínodo.
Pero incluso con este mayor grado de participación, los procedimientos del Sínodo (y las narrativas mediáticas que surjan en torno a ellos) probablemente serán moldeados por unos pocos actores clave.
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Aquí les presentamos a 23 figuras a las que debemos prestar atención en el Sínodo de la Sinodalidad de 2023:
Papa Francisco
Sumo Pontífice de la Iglesia Católica y presidente del Sínodo
Para ser claros desde el principio, la responsabilidad sinodal recae en el Papa Francisco.
Aunque el Santo Padre ha ampliado el derecho a votar más allá de los obispos e incluso ha cambiado la legislación eclesial para permitir que el documento sinodal final sea aceptado como magisterial (con la aprobación papal), sigue siendo cierto que el Papa —y sólo el Papa— tiene la última palabra sobre el impacto oficial que tiene el Sínodo en la enseñanza y en la práctica de la Iglesia.
El Papa Francisco ha enfatizado que un Sínodo no es un parlamento, sino más bien una experiencia en la que la Iglesia se reúne en torno al Sucesor de Pedro para ayudarlo a discernir. Este principio parece haberlo guiado en Sínodos anteriores, como cuando no aprobó la ordenación de hombres casados en el Sínodo para la Amazonía de 2019, a pesar del importante apoyo de la asamblea.
Cardenal Jean-Claude Hollerich
Relator general del Sínodo de la Sinodalidad
El cardenal luxemburgués es el responsable de organizar la sesión de octubre y resumir sus conclusiones finales.
Algunos han cuestionado su idoneidad para desempeñar ese papel luego de sus impactantes comentarios en 2022 de que la enseñanza de la Iglesia sobre la homosexualidad es “falsa”, pero la confianza del Papa en su compañero jesuita nunca ha disminuido.
De hecho, a principios de este año nombró al Cardenal Hollerich para su exclusivo “consejo de cardenales”. Dado su importante papel, sus opiniones controvertidas y su relación con el Santo Padre, el Cardenal Hollerich es probablemente la figura más importante en el Sínodo después del Papa Francisco.
Cardenal Mario Grech
Secretario general del Sínodo
Designado por el Papa Francisco para dirigir la oficina de apoyo al Sínodo de los Obispos en 2019, el cardenal maltés ha sido una figura fundamental en el Sínodo de la Sinodalidad desde el principio.
Con frecuencia ha hablado de una mayor incorporación de la sinodalidad como cumplimiento del énfasis del Vaticano II de incluir al “Pueblo de Dios” en el gobierno de la Iglesia, pero también ha enfatizado que el foco del actual Sínodo debería estar en la eclesiología, no en cuestiones morales o sacramentales. Seguirá siendo una figura vital en la reunión de octubre, especialmente en su organización e implementación.
Sor Nathalie Becquart
Subsecretaria de la Secretaría General del Sínodo
Descrita como “la mujer más poderosa del Vaticano”, la Hna. Nathalie fue la primera mujer en convertirse en subsecretaria de la Secretaría General del Sínodo en 2021.
La religiosa de la Congregación de Xavières ha sido una de las mayores defensoras del Sínodo de la Sinodalidad, enfocándose particularmente en su capacidad para ampliar el papel de las mujeres en el gobierno de la Iglesia, aunque también ha dejado claro que la ordenación sacerdotal de las mujeres “no es una cuestión abierta”.
Como rostro femenino de la sinodalidad, la Hna. Becquart probablemente tendrá influencia tanto en el aula sinodal como ante los medios de comunicación.
Cardenal Víctor Manuel Fernández
Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF)
El Cardenal Fernández ha sido el ghostwriter (“escritor fantasma”) teológico del Santo Padre desde hace mucho tiempo. Fue recientemente impulsado al centro del escenario de la Iglesia Universal después de que el Papa Francisco lo nombrara jefe del DDF y lo elevara a la dignidad cardenalicia.
En una multitud de entrevistas concedidas desde entonces, el purpurado argentino ha mantenido a la gente en vilo, entre otras cosas, expresando su apertura a “repensar” la refutación del DDF sobre el impulso alemán para bendecir las relaciones entre personas del mismo sexo en 2021, pero también criticando al establishment teológico alemán.
Armado con la confianza de alguien que sabe que goza del favor del Papa, es de esperar que el Cardenal Fernández hable en el Sínodo y que otros le otorguen más peso a sus palabras.
Cardenal Gerhard Müller
Prefecto emérito del Dicasterio para la Doctrina de la Fe
En una medida un tanto sorprendente, el exjefe del DDF fue seleccionado personalmente por el Papa Francisco para participar en el Sínodo, a pesar de las duras críticas públicas del purpurado alemán a todo el proceso, que ha descrito como una “toma hostil de la Iglesia de Jesucristo”.
Un teólogo confiablemente ortodoxo en el molde de Joseph Ratzinger, la presencia del Cardenal Müller puede servir de inspiración para que otros con puntos de vista similares hablen si se impulsan propuestas problemáticas.
Otro crítico alemán del Camino Sinodal invitado por Francisco es el Obispo Stefan Oster, de Passau, cuyo estilo menos conflictivo también podría tener impacto en octubre.
Patriarca Bechara al-Rahi
Líder de la Iglesia Católica Maronita
Como jefe de la Iglesia Católica Maronita y de la Asamblea de los Patriarcas Católicos de Oriente, el Cardenal al-Rahi puede ser el más influyente de los 20 representantes episcopales católicos orientales en la asamblea sinodal; un grupo especialmente significativo, dado que el enfoque actual en la “sinodalidad” a menudo se justifica por las prácticas sinodales de las Iglesias Católicas Orientales.
No todos los obispos católicos orientales están de acuerdo con esta conexión (uno criticó recientemente el enfoque del Sínodo por considerarlo contrario a la sinodalidad oriental), lo que hace aún más importantes las contribuciones de los delegados de la Iglesia oriental que asistirán a la sesión de octubre.
Otro patriarca a seguir es el Obispo Ibrahim Isaac Sedrak, jefe de la Iglesia Católica Copta, que actuará como “delegado presidencial” en el Sínodo.
Austen Ivereigh
Experto/facilitador del Sínodo y periodista
Ivereigh no votará en la asamblea de octubre, pero el periodista británico y biógrafo del Papa Francisco ya ha demostrado que hay otras formas de influir en el proceso sinodal. Formó parte del pequeño equipo que escribió “Amplíe el tamaño de su tienda de campaña”, el polémico documento de síntesis que sirvió de base para la etapa continental europea del Sínodo.
Ivereigh y otros facilitadores (un papel completamente nuevo en un Sínodo de los Obispos) serán responsables de guiar las discusiones en grupos pequeños y sintetizar sus conclusiones, un papel para el cual algunos pueden cuestionar su idoneidad, dado su descaro en varios temas candentes, como el lenguaje del Catecismo sobre la atracción hacia personas del mismo sexo y los movimientos tradicionalistas en la Iglesia.
Otros facilitadores tienen opiniones públicas aún más controvertidas, como Mons. Philippe Bordeyne, presidente del Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para las Ciencias del Matrimonio y la Familia, quien ha abogado por las bendiciones entre personas del mismo sexo, y el padre jesuita brasileño Adelson Araujo dos Santos, quien ha pedido la ordenación de hombres casados y ha intentado la ordenación de mujeres.
Cardenal Charles Bo
Arzobispo de Yangon, Myanmar
El perfil del Cardenal Bo, una voz líder y ampliamente respetada de la Iglesia en Asia, se vio impulsado significativamente por sus serenos llamados a la paz durante el golpe de Estado de 2021 en Myanmar y por su voluntad de criticar el abuso de los derechos humanos por parte de la potencia regional China.
Considerado sólidamente ortodoxo, el Cardenal Bo es también un importante defensor de la escucha y el discernimiento en el corazón de la sinodalidad, lo que, según él, ayudará a la Iglesia a “dar un mejor testimonio del Evangelio”. Se espera que su voz supere cualquier discusión ideológica que se origine en octubre.
Cardenal Luis Tagle
Pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización de los Pueblos
Otro destacado eclesiástico asiático, el purpurado filipino, se ha establecido como un moderado cuyo énfasis en el diálogo y la reforma gradual lo coloca en el centro de las disputas de la Iglesia.
Considerado por muchos como un posible sucesor del Papa Francisco, se puede esperar que el Cardenal Tagle desempeñe el papel de “constructor de puentes” entre los diversos campos y puntos de vista que surjan en el Aula Pablo VI.
Mons. Charles Palmer-Buckle
Arzobispo de Costa del Cabo, Ghana
El Arzobispo de Ghana fue uno de los varios africanos en el Sínodo sobre la Familia de 2015 que ofrecieron una respuesta a las opiniones progresistas sobre la sexualidad, un papel que podría retomar en octubre.
Sin embargo, la resistencia de Mons. Palmer-Buckle a los valores sexuales seculares se combina con un aprecio por el enfoque continuo en la sinodalidad en la vida de la Iglesia.
El prelado ghanés ha dicho de la delegación africana: “El Espíritu nos envía a brindar un poco de frescura al mundo y a la Iglesia”. Su combinación de ortodoxia doctrinal y apertura a la sinodalidad puede permitir a los ghaneses y a los africanos de ideas afines superar a algunos de los bandos que probablemente se formen en octubre.
Mons. Georg Bätzing
Presidente de la Conferencia Episcopal Alemana
La marca del Camino Sinodal alemán puede verse significativamente empañada, especialmente después de la serie de críticas del Papa Francisco al proceso, pero el Obispo Bätzing y sus hermanos vienen a Roma con una misión clara: impulsar cambios relacionados con el celibato sacerdotal, la ordenación de las mujeres y la moral sexual.
Curiosamente, las críticas del Vaticano al Camino Sinodal alemán se han centrado en gran medida no en la sustancia de sus propuestas, sino en impulsarlas fuera de una conversación con la Iglesia universal, lo que sugiere que los alemanes tal vez puedan exponer sus argumentos en octubre.
Sor Anna Mirijam Kaschner
Secretaria general de la Conferencia Episcopal Nórdica
También integrante de las Hermanas Misioneras de la Preciosa Sangre, Sor Anna se ha convertido en una de las principales críticas del Camino Sinodal en su Alemania natal.
Si bien reconoce la necesidad de considerar cuestiones como la formación sacerdotal, la posición de la mujer en la Iglesia y la comunicación de la doctrina eclesial sobre la sexualidad, ha enfatizado que no puede haber revisión de “cuestiones que contienen partes inmutables de las enseñanzas de la Iglesia”.
Cardenal Christoph Schönborn
Arzobispo de Viena
El Cardenal Schönborn, quien alguna vez estuvo estrechamente asociado al Papa Benedicto XVI, ha desempeñado un papel importante en el pontificado del Papa Francisco, defendiendo de manera destacada la controvertida exhortación postsinodal de 2016, Amoris laetitia.
El purpurado dominico también ha mostrado un cambio en sus posiciones teológicas, expresando recientemente su apertura a las bendiciones entre personas del mismo sexo y la ordenación de mujeres.
Retenido por Francisco tres años después de la edad de jubilación en una expresión de confianza, el cardenal de habla alemana podría ser llamado a forjar algún tipo de “compromiso” con los elementos más extremos del Sínodo.
Cardenal Leonardo Steiner
Arzobispo de Manaos, Brasil
El purpurado brasileño fue un firme defensor de la ordenación de hombres casados en el Sínodo de la Amazonia de 2019. El Papa Francisco no aceptó dicha propuesta, pero dio un giro y convirtió al franciscano en el primer Cardenal de la Amazonía en 2022.
Conocido como un defensor de los pobres y los indígenas (y también visto como “pro LGBTQ”), el Cardenal Steiner afirmó que “habrá una manera” de poner fin al celibato sacerdotal obligatorio. Se espera que se aproxime el Sínodo de octubre como una oportunidad para ocuparse de estos “asuntos pendientes” de la reunión de 2019.
Mons. Timothy Broglio
Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos
El Arzobispo Broglio, exdiplomático papal con una amplia red de relaciones más allá de la Iglesia estadounidense, está bien preparado para encabezar a la delegación norteamericana en el Sínodo universal, tal vez especialmente en el momento de mayor tensión entre el Vaticano y el Episcopado estadounidense.
Pero las tendencias diplomáticas del jefe de la Arquidiócesis para los Servicios Militares de EE.UU. y su esperanza de que el Sínodo “pueda ayudar a superar la polarización” probablemente no le impedirán adoptar posturas firmes, especialmente si el Sínodo sugiere un alejamiento de las enseñanzas de la Iglesia sobre sexualidad.
La perspectiva del Episcopado estadounidense todavía tiene peso en la Iglesia universal, y Mons. Broglio está bien preparado para transmitirla.
Cardenal Joseph Tobin
Arzobispo de Newark, Nueva Jersey
Mientras que el Cardenal Robert McElroy de San Diego ha declarado categóricamente que el Sínodo es el lugar para impulsar el diaconado de las mujeres y cambios en el enfoque de la Iglesia hacia el pecado sexual, el Cardenal Tobin, un purpurado estadounidense creado por el Papa Francisco, ha adoptado una postura mucho más comedida.
Ha enfatizado que el “cambio doctrinal” no es el objetivo del Sínodo. Sin embargo, ello no significa que el Arzobispo de Newark no comparta algunos de los puntos de vista teológicos del Cardenal McElroy: anteriormente ha manifestado una apertura hacia las mujeres diaconisas y rechaza la descripción del Catecismo sobre la atracción hacia personas del mismo sexo como “intrínsecamente desordenada”.
Renee Köhler-Ryan
Directora nacional de la Facultad de Filosofía y Teología de la Universidad de Notre Dame, Australia
Los Arzobispos australianos Timothy Costelloe y Anthony Fisher desempeñarán papeles importantes en el Sínodo (probablemente con énfasis diferentes), pero otra voz importante de Australia es Renee Köhler-Ryan. Una estudiosa de la tradición intelectual católica con un enfoque particular en el pensamiento de Santa Edith Stein (Teresa Benedicta de la Cruz), Köhler-Ryan es una poderosa defensora de las mujeres en la Iglesia, pero también abraza claramente las enseñanzas de la Iglesia sobre la ordenación sacramental.
Mientras muchos afirman que las mujeres no pueden ser respetadas a menos que sean ordenadas, es probable que Köhler-Ryan ofrezca un poderoso contrapunto.
Mons. Stanisław Gadecki
Presidente de la Conferencia Episcopal Polaca
El Arzobispo de Poznan, uno de los tres delegados de la Conferencia Episcopal Polaca, no es ajeno a defender la fe católica cuando la considera amenazada. Desempeñó un papel importante en el Sínodo de 2015 al resistir los esfuerzos por normalizar las relaciones entre personas del mismo sexo y, más recientemente, ha sido profundamente crítico con el Camino Sinodal en Alemania. Se espera que en octubre sea una voz especialmente fuerte a favor de la enseñanza establecida de la Iglesia sobre la sexualidad.
P. James Martin, S.J.
Autor y activista LGBTQ
Un destacado defensor de lo que él llama “inclusividad” para los católicos que se identifican como LGBTQ, el activismo ambiguo del P. Martin ha generado durante mucho tiempo preocupaciones entre los católicos sobre la posible subversión de la enseñanza moral católica en nombre de ser más “acogedores”.
El enfoque del sacerdote jesuita parece contar con el apoyo de al menos una figura prominente: el Papa Francisco, con quien el P. Martin aparentemente tiene una línea de comunicación casi directa.
Es uno de los 50 elegidos personalmente por el Papa para participar en la reunión del Sínodo, donde el sacerdote jesuita dijo que espera ser "una de las voces de las personas LGBTQ". Siempre favorito de los medios, el P. Martín podría tener un impacto tan grande fuera del Aula Pablo VI como dentro del recinto.
Sor Josée Ngalula
Teóloga de la Universidad Católica del Congo
Sor Josée, la primera mujer africana en formar parte de la Comisión Teológica Internacional, ve la sinodalidad como una herramienta para abordar el problema del clericalismo en África y la vacilación del clero africano a “aceptar el cambio”.
Sin embargo, en lugar de sugerir un impulso a la ordenación de las mujeres, como ese tipo de frases podrían interpretarse en Occidente, el enfoque de la Hna. Ngalula parece estar en abordar prácticas en la cultura africana que no respetan la dignidad de las mujeres, como la violencia doméstica o el despido.
Podría ser una voz destacada para abordar cuestiones apegadas a la ortodoxia sobre el papel de la mujer en la vida de la Iglesia.
Mons. Daniel Flores
Obispo de Brownsville, Texas (Estados Unidos)
Mons. Flores es ampliamente respetado en la Iglesia estadounidense por su profundidad teológica y su disposición a estar por encima de las contiendas, dos cualidades que lo ayudaron a desempeñar el papel de guiar el proceso sinodal en los Estados Unidos en su calidad de jefe de doctrina de la Conferencia de Obispos Católicos del país.
El Obispo de Texas no sólo tiene el respeto de sus hermanos en el episcopado, quienes lo eligieron para ser uno de los cinco delegados de Estados Unidos al Sínodo, sino también del Papa Francisco, quien lo nombró para que sirviera como delegado presidencial en la reunión de octubre, una función que incluye firmar cualquier documento final.
Si surgen controversias en Roma, Mons. Flores probablemente será una figura a la que los participantes y los medios católicos estadounidenses buscarán para encontrar un camino firme hacia adelante.
Helen Jeppesen-Spuhler
Fondo Suizo Católico de Cuaresma
La laica suiza tiene muy claras sus intenciones en la asamblea: presionará para intentar que se ordenen mujeres. Jeppesen-Spuhler ha señalado que “el sacerdocio de las mujeres no se introducirá de inmediato”, pero que el Sínodo de octubre podría ser un paso adelante hacia ello, ya que “un gran número de obispos” están dispuestos a discutir sobre las mujeres en el diaconado.
Jeppesen-Spuhler también tiene opiniones heterodoxas sobre la sexualidad y ha dicho que los europeos del Este mantienen “posiciones que miran hacia atrás”. Una señal de que podría tener cierta influencia en Roma: fue invitada por el Vaticano a hablar en la conferencia de prensa de junio para presentar el Instrumentum laboris del Sínodo.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Originalmente publicado en el National Catholic Register.