Un grupo de cardenales hizo públicas cinco dubia (plural de “duda” en latín) que enviaron al Papa Francisco para buscar aclaraciones sobre asuntos de doctrina y disciplina, a dos días del inicio del Sínodo de la Sinodalidad.
En una declaración enviada al periódico National Catholic Register, los cardenales informaron que habían presentado cinco preguntas, llamadas “dubia”, solicitando claridad sobre temas relacionados con el desarrollo doctrinal, la bendición de las uniones entre personas del mismo sexo, la autoridad del Sínodo de la Sinodalidad, la ordenación de mujeres y la absolución sacramental.
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Las dubia son preguntas formales presentadas ante el Papa y el Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF) con el fin de obtener una respuesta de “sí” o “no”, sin argumentación teológica. La palabra "dubia" es la forma plural de "dubium", que significa "duda" en latín. Por lo general, las dubia son planteadas por cardenales u otros miembros de alto rango de la jerarquía eclesiástica y tienen como objetivo buscar aclaraciones sobre cuestiones de doctrina o enseñanza de la Iglesia.
Los Cardenales Juan Sandoval Íñiguez (México), Robert Sarah (Guinea), Joseph Zen Ze-kiun (China), Raymond Leo Burke (Estados Unidos) y Walter Brandmüller (Alemania) aseguran que enviaron las dubia para esclarecer la que consideran “gran confusión” causada por “diversas declaraciones de Prelados de alto rango, relativas a la celebración del próximo Sínodo de los Obispos, que son abiertamente contrarias a la constante doctrina y disciplina de la Iglesia”.
Los firmantes explican que ante “la caída en error entre fieles y demás personas de buena voluntad, hemos manifestado nuestra más profunda preocupación al Romano Pontífice”.
Las cinco dubia abordan temas teológicos cuestionados por algunos obispos, sacerdotes y teólogos durante el primer proceso de “escucha sinodal”, cuyas conclusiones se debatirán a partir del 4 de octubre en el Vaticano.
Los cardenales, provenientes de distintos continentes, enviaron las dubia en una carta al Dicasterio para la Doctrina de la Fe el 10 de julio de 2023 y recibieron una respuesta del Pontífice sólo un día más tarde, el 11 de julio.
Sin embargo, —explican— la respuesta del Papa “no seguía la práctica de las responsa ad dubia [respuestas a las dudas]” en la que el Pontífice responde con una afirmación o negación a las cuestiones planteadas y por ello decidieron reformular sus preguntas en una nueva misiva dirigida al Santo Padre, “para obtener una respuesta clara basada en la doctrina y disciplina perennes de la Iglesia”.
Estas “dubia reformulada” fueron enviadas el 21 de agosto de 2023, y hasta la fecha no han sido contestadas por el Papa Francisco.
Los cardenales no accedieron al pedido del National Catholic Register de mostrar la respuesta enviada por el Papa Francisco con fecha 11 de julio, porque consideran que sólo estaba dirigida a ellos y no estaba destinada al público.
Este lunes 2 de octubre, los purpurados firmantes hicieron públicas las cinco preguntas que enviaron en agosto a través de una notificación dirigida a los fieles. “Juzgamos nuestro deber informaros a vosotros, los fieles, de manera que no quedéis sujetos a confusión, error y desaliento, sino que oréis por la Iglesia universal y, en particular, por el Romano Pontífice, para que el Evangelio sea enseñado cada vez más claramente y seguido cada vez más fielmente”, explican.
Las 5 dubia presentadas al Papa Francisco
Estas son en resumen las cinco dubia enviadas por los cardenales en julio al Papa Francisco a través del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, cuyo texto completo se puede leer aquí.
1. Dubium sobre la afirmación de que la Revelación Divina deba ser reinterpretada en función de los cambios culturales y antropológicos en boga.
2. Dubium sobre la afirmación de que la práctica generalizada de bendecir las uniones entre personas del mismo sexo concuerda con la Revelación y el Magisterio (CEC 2357).
3. Dubium sobre la afirmación de que la sinodalidad es una "dimensión constitutiva de la Iglesia" (Const. ap. Episcopalis communio, 6), de modo que la Iglesia sería sinodal por naturaleza.
4. Dubium sobre el apoyo de pastores y teólogos a la teoría de que "la teología de la Iglesia ha cambiado" y, por tanto, la ordenación sacerdotal puede conferirse a las mujeres.
5. Dubium sobre la afirmación "el perdón es un derecho humano" y la insistencia del Santo Padre en el deber de absolver a todos y siempre, de modo que el arrepentimiento no sería una condición necesaria para la absolución sacramental.
Las reformulación de las dubia
Aunque los cardenales no han difundido la respuesta que el Santo Padre les envió el 11 de julio, en la reformulación de las dubia —dirigida el 23 de agosto al Papa Francisco y disponible aquí— expresan al Pontífice que sus “respuestas no han resuelto las dudas que habíamos planteado, sino que, antes bien, las han profundizado” y por eso “volvemos a proponerle nuestras preguntas, para que puedan ser respondidas con un simple ‘sí’ o ‘no’”.
En su reformulación, los cardenales también explican que sus dubia no surgen del “miedo al diálogo con los hombres de nuestro tiempo”, sino a su preocupación por “ver que hay pastores que dudan de la capacidad del Evangelio para transformar el corazón de los hombres”.
Estas son las 5 dubia reformuladas:
1. “¿Es posible que la Iglesia enseñe hoy doctrinas contrarias a las que ha enseñado anteriormente en materia de fe y de moral, ya sea por el Papa ex cathedra, ya sea en las definiciones de un Concilio Ecuménico, ya sea en el magisterio universal ordinario de los Obispos dispersos por el mundo (cf. Lumen gentium, 25)?”.
2. “¿Es posible que en algunas circunstancias un pastor pueda bendecir uniones entre personas homosexuales, sugiriendo así que el comportamiento homosexual como tal no sería contrario a la ley de Dios y al camino de la persona hacia Dios? Vinculada a esta dubia es necesario plantear otra: ¿Sigue siendo válida la enseñanza sostenida por el magisterio ordinario universal, según la cual todo acto sexual fuera del matrimonio, y en particular los actos homosexuales, constituyen un pecado objetivamente grave contra la ley de Dios, independientemente de las circunstancias en las que tenga lugar y de la intención con la que se realice?”.
3. “El Sínodo de los Obispos que se celebrará en Roma, y que incluye sólo una escogida representación de pastores y fieles, ¿ejercerá, en las cuestiones doctrinales o pastorales sobre las que deberá expresarse, la Suprema Autoridad de la Iglesia, que pertenece exclusivamente al Romano Pontífice y, una cum capite suo [junto con su cabeza], al Colegio de los Obispos (cf. c. 336 C.I.C.)?”.
4. “¿Podría la Iglesia en el futuro tener la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, contradiciendo así que la reserva exclusiva de este sacramento a los varones bautizados pertenece a la sustancia misma del sacramento del Orden, que la Iglesia no puede cambiar?”.
5. “¿Puede recibir válidamente la absolución sacramental un penitente que, aun admitiendo un pecado, se niega a manifestar, de cualquier modo, la intención de no volver a cometerlo?”.
Al término de su misiva, los cardenales subrayan que, debido a la “gravedad del asunto de las dubia, especialmente en vista de la inminente sesión del Sínodo”, es su deber informar a los fieles para evitar la “confusión, el error y el desaliento”.
Asimismo, instan a rezar por la Iglesia universal y en particular por el Santo Padre, “para que el Evangelio sea enseñado cada vez más claramente y seguido cada vez más fielmente”.
El National Catholic Register solicitó comentarios al Vaticano el 29 de septiembre y de nuevo el 1 de octubre. Hasta el cierre de esta edición no ha recibido respuesta.