Como una forma de responder al constante flujo de migrantes que atraviesan todos los días Honduras, la Iglesia Católica, a través de la Diócesis de Danlí y Cáritas, inauguró un centro de descanso disponible para personas vulnerables.
En entrevista con ACI Prensa, el Obispo de la Diócesis de Danlí, Mons. José Antonio Canales Motiño, indicó que por actualmente este proyecto de asistencia consagrado a la “Sagrada Familia”, e inaugurado el 22 de septiembre, sólo recibirá a familias con niños, personas con discapacidad, adultos mayores y mujeres embarazadas.
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El Instituto Nacional de Migración de Honduras ha dado a conocer que casi 325 mil migrantes indocumentados han transitado por el país en lo que va de este 2023, cifra que duplica al total de los que pasaron por el país en 2022.
El municipio de Danlí, en el departamento de El Paraíso, es un lugar estratégico para los migrantes, ya que está ubicado a una hora de la frontera entre Honduras y Nicaragua.
Es por esta razón que Mons. Canales Motiño vio la necesidad de crear un espacio humanitario para atenderlos dignamente. “Desde el 2020 –fecha donde incrementó el número de migrantes que pasaba por la zona– vimos de qué manera dar una mano”, señaló.
El Obispo de Danlí, que es también es secretario del Secretariado Episcopal de América Central, mencionó que “desde el primer momento, las cuatro parroquias que están en el tránsito desde la frontera con Nicaragua hasta la salida de la diócesis, rumbo al norte a la frontera con Guatemala, han estado abriendo los espacios parroquiales”, atendidos por laicos y sacerdotes.
La Diócesis de Danlí ya había abierto hace un tiempo un espacio similar. Sin embargo, destacó el Obispo, al ver la gran necesidad que había y el poco espacio con el que se contaba, se decidió cerrar y empezar el proyecto de “La Sagrada Familia” con la ayuda de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) Honduras y Catholic Relief Services, organización de caridad creada por los Obispos de Estados Unidos.
A través de este servicio las personas que ingresen podrán permanecer en el sitio durante 24 horas y recibir servicios espirituales, médicos, legales, además de recibir alimentación y kits de higiene.
Por el momento el centro podrá diariamente recibir 58 personas, que serán remitidas por la oficina del Instituto Nacional de Migración y organizaciones no gubernamentales de asistencia que detecten grupos en situación vulnerable.