La Arquidiócesis de Buenos Aires fue sede de la 3ª edición de la jornada “No más chicos descartables”, un evento para tomar conciencia de la realidad que viven niños y adolescentes en las villas y barrios populares de la Ciudad y el Gran Buenos Aires.
La jornada se desarrolló en las instalaciones del Instituto Nuestra Señora de Fátima del barrio Villa Soldati, y fue convocada por el Equipo de Sacerdotes de las Villas y Barrios Populares de la Ciudad y del Gran Buenos Aires, junto con Cáritas Argentina y Buenos Aires, la Comisión Arquidiocesana de Niñez y Adolescencia en Riesgo.
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Participaron también en la organización la Unión de Clubes Parroquiales (UCP), la Mesa BICE Argentina (Oficina Internacional Católica de la Infancia, por sus siglas en francés), el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA), y la Federación Familia Grande Hogar de Cristo, dispositivo de prevención y tratamiento de adicciones.
El encuentro incluyó un festival de arte joven, un torneo de fútbol, espacios de debate y discusión sobre temas como el trabajo y los jóvenes; pobreza y educación; crianza y socialización; adolescentes, jóvenes y justicia penal.
El Arzobispo de Buenos Aires, Mons. Jorge García Cuerva, ofreció una ponencia centrada en la importancia de “revertir lo descartable” y brindar a niños, niñas y adolescentes una vida plena.
En ese sentido, consideró “repugnante” la posibilidad de unir “un sustantivo tan hermoso (chicos) con ese adjetivo tan horrible (descartables)” y llamó a “ayudar a despertar el héroe dormido que hay en cada pibe”.
También hubo dos paneles: el primero, titulado “La deuda Invisible: Impacto y mirada de las pobrezas en las infancias y las adolescencias”, y el segundo, sobre el tema: “El rostro de la exclusión: calle, consumo y violencia en nuestras infancias y adolescencias”.
Al finalizar la jornada, el Obispo Auxiliar y Vicario General de Buenos Aires, Mons. Gustavo Carrara, afirmó que “fue una jornada de sinodalidad concreta. El caminar juntos nos abrió al diálogo con las organizaciones sociales, con organismos que trabajan en favor de la niñez y de la adolescencia”, aseguró, y remarcó la pregunta del Arzobispo: “¿Qué más podemos hacer?”.