En la rueda de prensa del vuelo que lo llevó de regreso a Roma desde Marsella (Francia), el Papa Francisco hizo una clara condena de la eutanasia y el aborto, y advirtió que “no se puede jugar con la vida, ni al principio ni al final”.
Consultado sobre si el tema de la eutanasia fue abordado en su reunión privada de hoy con Emmanuel Macron, presidente de Francia, cuyo gobierno prepara una ley al respecto en estos días, el Santo Padre señaló que “hoy no hemos hablado de este tema, pero lo hablamos en la otra visita, cuando nos encontramos, lo hablé claramente, cuando vino al Vaticano; le dije mi opinión, clara: con la vida no se juega, ni al principio ni al final. Con ella no se juega”.
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Con su audiencia de hoy, el Santo Padre y Macron se han reunido cuatro veces. Las tres ocasiones anteriores, en 2018, 2021 y 2022, las audiencias fueron en el Vaticano.
El Papa subrayó que esta no se trata solo de su “opinión”, y animó a leer la novela de ciencia ficción distópica Señor del mundo, del británico Robert Hugh Benson, “un escritor que habla del futuro, muestra cómo serán las cosas al final. Y quita las diferencias, todas, y también quita los dolores... y la eutanasia es una de esas cosas, la muerte suave, la selección antes de nacer... Esto nos muestra cómo veía este hombre los conflictos actuales”.
El Santo Padre advirtió luego sobre “las colonizaciones ideológicas que arruinan la vida humana y van en contra de la vida humana”.
“Hoy se borra la vida de los abuelos, por ejemplo; cuando la riqueza humana entra en el diálogo entre abuelos y nietos... se borra: son viejos, no sirven”, lamentó.
“Esta vez no hablé con el presidente, pero la última vez sí, cuando vino y le dije mi opinión: con la vida no se juega, sea la ley de no dejar crecer al niño en el vientre de la madre, la ley de eutanasia en la enfermedad o en la vejez”, reiteró.
El Papa subrayó que no se trata de “una cosa de fe”, sino que “es una cosa humana, humana; ahí está la fea compasión. La ciencia ha venido a hacer menos dolorosas algunas enfermedades dolorosas y las acompaña con mucha medicina. Con la vida no se juega”.
“Hay más conciencia” sobre el drama de los migrantes
El Santo Padre fue además consultado sobre el drama de la migración, cuando se cumplen 10 años de su viaje apostólico a la isla de Lampedusa, al sur de Italia. Lejos de considerar que ha fracasado con su mensaje de denuncia de la indiferencia, resaltó que “hoy hay más conciencia”.
“Yo diría que el crecimiento ha sido lento. Hoy existe conciencia sobre el problema migratorio. Hay conciencia. Y también hay una conciencia de cómo es algo que ha llegado a un punto... como una patata caliente que no se sabe cómo tomarla”, señaló.
Tras recordar las trágicas historias de las personas que intentan llegar a Europa, el Papa subrayó: “los inmigrantes deben ser acogidos, acompañados, promovidos e integrados. Si tú no puedes integrarlo en tu país, pero acompáñalo e intégralo en su país, pero no lo dejes en manos de esta gente cruel que hacen la trata (literalmente traficantes) de personas”.
“El problema de los migrantes es este: que nosotros los devolvamos y caigan en manos de estos desgraciados que tanto daño causan. Los venden, los explotan”, dijo.
“Las cosas han mejorado. En realidad. Hay más conciencia. Entonces no se sabía. Tampoco nos decían la verdad”, señaló. “Hoy hay más conciencia. No porque he hablado. Sino porque la gente se dio cuenta del problema. Mucha gente habla de ello”.
El Santo Padre recordó que el de Lampedusa “fue mi primer viaje. Quiero decir una cosa interior más. Ni siquiera sabía dónde estaba Lampedusa. Pero he oído las historias. Leí algo y en oración escuché tú debes ir. Como si el Señor me enviaba allí, en mi primer viaje”.
El Papa destacó el caso de Marsella, donde hay “una civilización de muchas culturas, de muchas culturas, es un puerto de migrantes”, y resaltó que se trata de “un puerto que es un mensaje para Europa: Marsella da la bienvenida. Acoge y sintetiza sin negar la identidad de los pueblos”.
“Necesitamos repensar este problema para las otras partes: la capacidad de acoger. Volviendo a los migrantes, hay 5 países que sufren muchos migrantes, pero en algunos de estos países hay poblaciones vacías, pienso en un caso concreto que conozco, hay una población donde viven menos de 20 personas mayores y nada más”.
“Necesitamos mano de obra, Europa la necesita. Las migraciones bien realizadas son una riqueza, son una riqueza. Pensemos en esta política migratoria para que sea más fructífera y nos ayude mucho”, alentó.
Ucrania, “un pueblo mártir”
El Papa Francisco también abordó el drama de la guerra en Ucrania, al que considera “un pueblo mártir” que “tiene una historia muy atormentada, una historia que hace sufrir, no es la primera vez”.
En tiempos del dictador soviético Joseph Stalin, dijo, los ucranianos “sufrieron mucho, mucho, mucho, es un pueblo mártir. Pero no hay que jugar con el martirio de este pueblo, debemos ayudarles a resolver las cosas de la mejor manera posible, lo real es lo posible”.
“En las guerras lo real es lo posible, no crear ilusiones: que mañana los dos líderes en guerra irán a comer juntos, pero en la medida de lo posible, donde iremos a hacer lo que sea posible”, expresó.
Luego de reiterar que “la Secretaría de Estado está haciendo todo lo posible para ayudar en esto”, el Papa señaló: “me viene a la mente esta guerra que también es un poco interesado no sólo en el problema ruso-ucraniano, sino también en la venta de armas, el comercio de armas”.
“Decía un economista hace unos meses que hoy las inversiones que más ingresos generan son las fábricas de armas, ¡ciertamente fábricas de la muerte!”, expresó.