El próximo 29 de septiembre se estrena en España Mirando al Cielo, una película sobre la vida y el sacrificio en defensa de la fe católica del niño mártir cristero San José Sánchez del Río, canonizado por el Papa Francisco en 2016.
El ejemplo de santidad del joven José Sánchez tuvo lugar en los años 20 del siglo pasado, cuando la persecución religiosa en México por parte del Gobierno contra la Iglesia Católica se hizo tan insoportable para el pueblo, que algunos decidieron tomar las armas.
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Se trata del movimiento de los Cristeros, al que San José Sánchez del Río se unió, al igual que algunos de sus hermanos y miles de mexicanos. Pero su aportación a la causa cristera fue especial, desde el momento en que renunció a portar armas.
En conversación con ACI Prensa, el director de la cinta, Antonio Peláez, recuerda que el joven mártir era conocido entre las tropas cristeras con el sobrenombre de “San Tarsicio”, en referencia al joven mártir romano del siglo III.
San José Sánchez del Río “era el encargado de crear la parte de piedad de las tropas, de la oración, el que dirigía el Rosario”, y por eso fue designado como “abanderado y clarín, porque no quiso cargar un fusil”.
Paralelismo con la Pasión
Para Peláez, es relevante que el martirio de Sánchez tiene un gran paralelismo con la Pasión de Jesús, desde el momento en que se le aplica una tortura que no se correspondía con los usos del momento.
A lo largo de una profunda investigación de las fuentes disponibles, en especial la causa de canonización, Peláez descubrió que, de la misma manera que Cristo “fue azotado precisamente para complacer a los judíos” y posteriormente crucificado, de forma excepcional San José Sánchez del Río sufrió un tormento adicional antes de morir.
“No debería haber sido de esa forma, pero lo llevan para ver si durante el camino se debilitaba. Nunca fue así y llegó hasta el final”, subraya.
Una mirada espiritual
La búsqueda del actor que encarna al joven santo no fue nada sencilla. Según explica Laura Díaz, la productora del film, a ACI Prensa, para ello recorrieron gran parte del estado de Jalisco, cuya capital, Guadalajara, fue un bastión de la causa cristera.
A pesar de que la mayoría del reparto es originario de Jalisco, buscaron “por todos lados: en escuelas de teatro, en escuelas normales… y no encontramos a José. Entonces tuvimos que recurrir a la Ciudad de México”, detalla la productora.
Les llegó la recomendación de que Julián Fidalgo ya había participado en otras tres películas. Sin embargo, no fue su experiencia sino una intuición del director lo que decidió su elección preliminar. Y tras una prueba en vídeo, Antonio Peláez descubrió que su mirada “podía transmitir algo espiritual”.
Algunos de los que participaron en el proyecto le cuestionaban al director: “¿No lo ves muy tranquilo?”. Sin embargo, esa actitud es la que, a su entender, le daba “la oportunidad de crecer conforme se va enfrentando al conflicto en la historia”.
Da la casualidad de que, cuando la madre del actor le entregó el guión, le dijo: “Mamá, yo no sabía nada de este niño y hace una semana me contaron en el colegio la historia de José Sánchez del Río”, recuerda Laura Díaz.
Fidelidad a la historia real
El guión de la película está basado en una profunda investigación, que incluyó conocer de primera mano los testimonios de familiares de San José Sánchez y de su padrino, Rafael Picazo, que al cabo fue también su verdugo.
Así, salvo algunas licencias artísticas, la película es fiel en sus elementos esenciales a la historia real. Tanto es así que, por ejemplo, se reproducen de manera literal dos cartas que escribió el mártir desde la cárcel, una a su madre y otra a unas tías poco antes de ser ejecutado. En esta última, de manera encriptada, logró pedirles el Santo Sacramento.
Coherencia de vida
Antonio Peláez espera que la película sirva para que se renueve la conciencia en las promesas de Dios sobre la vida eterna y para mostrar que “la coherencia de vida en la fe es fundamental”.
El director argumenta que Dios “quizás no nos pida dejar la vida, pero sí nos pedirá ser valientes ante las discusiones, ante una opinión, ante los demás. Y que seamos realmente un testimonio de lo que creemos”.
Tanto la productora como el director de la película realizarán una gira de presentación en los próximos días que les llevará a Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia y Santander.
Cardenal Sandoval: “Magnífica película”
Cuando Mirando al Cielo se estrenó en México hace un año, el Arzobispo Emérito de Guadalajara, Cardenal Juan Sandoval Íñiguez, aseguró que se trata de una “magnífica película” y recomendó que se difundiera porque transmite “una historia real, no ficticia”.
Se trata, a su juicio, “de una película para todos los tiempos, porque habla de valores permanentes” como la fe, la dignidad humana o el derecho a creer”.
Por su parte, el Arzobispo de San Antonio (Texas, EEUU), Mons. Gustavo García-Siller, animó a sus diocesanos a ver la película sobre el joven mártir del que se siente muy devoto. A su entender, es “una historia para toda la familia, para todas las edades y, en especial, para la iglesia joven que busca un héroe adolescente”.
El estreno en España de Mirando al Cielo ya está anunciado en una veintena de ciudades españolas, que se pueden consultar en el sitio web oficial de la película.