El Cardenal Norberto Rivera, Arzobispo Emérito de México, rechazó las acusaciones de encubrimiento de los abusos sexuales presuntamente cometidos por su ex secretario, José Víctor Ortiz Montes, actualmente expulsado del estado clerical.
En una carta dirigida al Nuncio Apostólico en México, Mons. Joseph Spiteri, a la que tuvo acceso ACI Prensa, el Cardenal Rivera se refirió a un informe periodístico difundido por el sitio web Aristegui Noticias, bajo el título “Excanciller de Norberto Rivera, declarado pederasta por el Vaticano, camina libre por México”.
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Para el Purpurado mexicano, en ese informe “se hacen una serie de afirmaciones falsas que no corresponden a mi actuación como arzobispo de México”.
“En ningún momento fui omiso en mi deber ni lo ha sido la Arquidiócesis de México con su actual arzobispo, el Cardenal Carlos Aguiar Retes, como dolosamente se afirma en la publicación antes mencionada”, aseguró.
El Cardenal Rivera fue nombrado Arzobispo Primado de México el 15 de junio de 1995 por el Papa Juan Pablo II. Gobernó pastoralmente esa arquidiócesis por 22 años, hasta que el 7 de diciembre de 2017, cuando tenía 75 años, el Papa Francisco aceptó su renuncia por límite de edad. Lo sucedió el Cardenal Carlos Aguiar Retes.
José Víctor Ortiz Montes fue además miembro de la sociedad de vida apostólica Cruzados de Cristo Rey, pero fue expulsado luego de que el proceso canónico concluyera en su dimisión del estado clerical. Se desconoce su ubicación actual.
El artículo de Aristegui Noticias asegura que en 2003 el Tribunal Eclesiástico de la Arquidiócesis de México recibió “la primera denuncia por abuso sexual contra Ortiz Montes”, añadiendo que este “continuó activo dentro de la Iglesia, sin ninguna medida preventiva para las familias que convivían con él, según denuncian familiares de las víctimas de sus abusos”.
En su carta, el Cardenal precisa que “ni el Tribunal Eclesiástico de la Arquidiócesis de México ni yo recibimos tal denuncia”.
“Con motivo de la publicación del reportaje pedí al Tribunal que me informaran si existía en los archivos dicha acusación y me respondieron que no, que fue hasta el 1 de septiembre de 2017 que se presentó la primera denuncia de abuso sexual, acusación de la que sí tuve conocimiento y di instrucciones de abrir de inmediato el procedimiento de investigación y, posteriormente, un proceso penal administrativo, que concluyó con la determinación de la expulsión del estado clerical de José Ortiz en octubre de 2020, cuando ya era arzobispo don Carlos Aguiar Retes”, explicó el Purpurado.
Las autoridades mexicanas fueron informadas del caso
El Purpurado aborda además la acusación de no haber informado a las autoridades sobre los presuntos abusos del entonces sacerdote José Víctor Ortiz Montes.
“Como lo determina la legislación civil de México, una vez recibida la denuncia, el 5 de septiembre de 2017 (cuatro días después de recibida la denuncia), pedí que se presentara un informe/notificación ante la Dirección de la Unidad de Documentación y Análisis de la entonces Procuraduría General de la República”, señaló.
En el caso del proceso canónico que se inició en 2017, continuó el Cardenal, “concluyó 3 años después con la determinación de la expulsión del estado clerical de José Ortiz Montes en octubre de 2020”.
“Esta sentencia, tras varios recursos de apelaciones ante el ahora Dicasterio para la Doctrina de la Fe, fue confirmada en septiembre de 2022, avisada en diciembre de ese año, y notificada formalmente en el Tribunal Eclesiástico Metropolitano en enero de 2023”, indicó.
El Arzobispo Emérito hizo notar asimismo que de acuerdo al Tribunal Eclesiástico “varias veces se ofreció asistencia jurídica a las víctimas: la primera fue en abril de 2019, la segunda fue en noviembre de 2021 y después en diciembre de 2021”.
“En febrero de 2022 se les ofreció acompañamiento y apoyo de SNAP (Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual por Sacerdotes) México, sin que hasta el momento hayan aceptado la ayuda, negándose a interponer una denuncia civil”.
El Purpurado concluyó su carta pidiendo al Nuncio que “haga llegar esta información a las instancias correspondientes en Roma, a fin de que estén enterados de cómo se ha procedido en este penoso caso”.
“Nunca encubrí a nadie”
En declaraciones a ACI Prensa este 21 de septiembre, el Cardenal Rivera subrayó que “quienes me han acusado de encubrimiento nunca han podido comprobarlo por una sola razón: nunca encubrí a nadie, siempre he actuado conforme lo ha marcado la ley canónica y la autoridad civil”.
“Incluso me han demandado, pero ninguna querella ha prosperado porque no se han encontrado elementos que me puedan involucrar”, indicó.
El Purpurado aseguró que “durante mi episcopado siempre defendí eso que el Papa Benedicto XVI llamó los valores irrenunciables de la Iglesia, a saber: la defensa de la vida en todas sus fases, el reconocimiento de la familia basada en el matrimonio y la libertad de enseñanza”.
“Me queda claro que esto provocó muchas enemistades y animadversión, pero si ese ha sido el costo estoy feliz de pagarlo”, expresó.
Arquidiócesis de México pide que víctimas denuncien abusos ante las autoridades
En un comunicado difundido el 19 de septiembre, la Arquidiócesis Primada de México hizo un llamado a que “las víctimas acudan ante las autoridades del Estado mexicano a denunciar para que se abra una carpeta de investigación y puedan tener justicia plena de su denuncia penal”.
En el caso de Ortiz Montes, manifestó la Arquidiócesis, se entregó un informe y no una denuncia ante las autoridades civiles, porque esta “es un derecho que corresponde a la víctima o sus tutores o cuidadores”.
“Ni la Arquidiócesis ni ninguna comunidad religiosa tiene la competencia de determinar la culpabilidad de una persona en el ámbito penal”, precisó.