En el marco del viaje apostólico del Papa Francisco a Marsella, que tendrá lugar entre el 22 y el 23 de septiembre, el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, ha afirmado que esta visita representa una “oportunidad para promover la esperanza” sobre la compleja situación migratoria en el Mediterráneo.
“En el Mediterráneo, el debate predominante en estos momentos está relacionado con la cuestión migratoria, donde lo que se pone de manifiesto, más allá de las dificultades, es precisamente la necesidad de abordar los problemas de forma conjunta y con visión de futuro, no sólo como urgencias del momento, que cada uno trata de abordar siguiendo sus intereses particulares”, manifestó el Cardenal Parolin a Vatican News el 21 de septiembre.
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El Purpurado subrayó la importancia del diálogo sincero para resolver la cuestión de los migrantes, especialmente en un mundo que tiene dificultades para reconocer y atender a los necesitados. Agregó que este diálogo “no es una herramienta útil para afirmar las propias posiciones, sino una vía abierta para encontrar soluciones compartidas”, y señaló que a los migrantes no hay que verlos como números, sino como rostros.
Para el Cardenal Parolin, por encima de cualquier exigencia legítima con relación al “drama de los migrantes”, debe prevalecer la dignidad humana. Y la cuestión migratoria “es un fenómeno complejo, que no tiene soluciones simples e inmediatas”, pero que debe afrontarse con “acciones unificadas” que garanticen la acogida, la paz y la estabilidad.
Asimismo, remarcó la necesidad de que los políticos se conviertan, para evitar decisiones que propicien guerras, violencia y pobreza, que son causa de que tanta gente abandone sus países.
En ese contexto, considera que se requiere de “políticas positivas, inversiones y proyectos sociales encaminados a construir una cultura del amor y una sociedad fraterna, en la que las personas no se vean obligadas a huir, sino que puedan vivir en paz, seguridad y prosperidad”.
Sobre la reciente crisis migratoria en Lampedusa, el Cardenal Parolin les pidió a los habitantes de la isla que continúen con sus actos de amor hacia “los más pequeños”. “Cristo está presente en nuestros intentos de amar y cuidar a los más pequeños, y en cada acto de generosidad nos encontramos con Él y experimentamos su presencia”, señaló.
Por otra parte, recordó que “no se puede dejar solas” a las personas y organizaciones que se encargan de atender a los migrantes, haciendo énfasis en que se precisa de la “solidaridad a nivel nacional e internacional”. También informó que está en desarrollo un plan de acción a nivel político en Europa para dar respuesta a esta situación.
“Hay modelos que pueden garantizar que la migración se produzca de forma segura, ordenada y regular. Así que todos estamos llamados a ir más allá de la retórica y adoptar políticas eficaces que eviten sobrecargar el sistema de acogida de inmigrantes y apoyen el trabajo de la gente sobre el terreno”, indicó el Secretario de Estado.
Finalmente, sobre el viaje del Papa Francisco a Marsella para la clausura del encuentro cuyo título es “Mosaico de Esperanza”, el Cardenal Parolin afirmó que el Santo Padre buscará precisamente “despertar la esperanza” en un momento tan difícil para el Mediterráneo, donde reinan la “intolerancia” y la “indiferencia”.
Añadió que no solamente será positivo para la resolución de la situación migratoria, sino que también para “los retos de la paz, el cambio climático y la lucha contra el hambre”.
“El encuentro de Marsella representa, a través del trabajo conjunto de líderes eclesiales y civiles, una oportunidad para promover la esperanza de manera concreta”, concluyó.