Los armenios en la región separatista de Nagorno-Karabaj, también conocida como Artsaj, acordaron deponer las armas y disolver sus fuerzas militares luego de una breve pero intensa ofensiva de Azerbaiyán el 19 de septiembre.
Aunque reconocida internacionalmente como parte de Azerbaiyán, la región de Nagorno-Karabaj está compuesta casi en su totalidad por cristianos de etnia armenia que reclaman su soberanía autoproclamándose como la República de Artsaj.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El ataque azerí, denominado “medidas antiterroristas” por su gobierno, incluyó disparos de cohetes y morteros contra objetivos militares y civiles, según las autoridades de Artsaj.
Durante el ataque murieron cerca de 100 armenios, incluidos civiles, y varios cientos resultaron heridos, según una declaración del ex ministro de Estado de Artsaj, Ruben Vardanyan, a Reuters.
Los ataques obligaron a más de 10.000 personas, entre ellas mujeres, niños y ancianos, a evacuar sus hogares, según el Ministerio de Asuntos Exteriores de Artsaj.
La escalada de esta semana fue el primer indicio de un conflicto militar abierto a gran escala en Nagorno-Karabaj desde 2020. Los armenios cristianos han estado atrapados, sin alimentos ni medicinas, a causa de un bloqueo realizado por Azerbaiyán durante meses, y que ha causado indignación entre activistas de derechos humanos que acusan a ese país de realizar una limpieza étnica.
Este miércoles, el Ministerio de Defensa de la República de Azerbaiyán dijo que “a las 13:00 horas del 20 de septiembre de 2023 se llegó a un acuerdo para detener las medidas antiterroristas”.
Los términos del acuerdo, según el Ministerio de Defensa azerí, eran que todos “los grupos armados ilegales depongan las armas, se retiren de sus posiciones de batalla y puestos militares y sean sometidos a un desarme completo” y, “al mismo tiempo, todas las municiones y equipo militar pesado sea entregado”.
El gobierno azerí exigió asimismo la retirada de todas las “formaciones de las fuerzas armadas de Armenia apostadas en la región de Karabaj”, aunque ese país niega tener fuerzas en Nagorno-Karabaj.
En una conferencia de prensa el miércoles, el viceministro de Asuntos Exteriores de Azerbaiyán, Fariz Rzayev, señaló que “como resultado de las medidas antiterroristas adoptadas por las fuerzas armadas de Azerbaiyán, hoy se alcanzó el acuerdo para la desmilitarización, el desarme y la disolución totales de los restos de las fuerzas regulares de la República de Armenia, que todavía estaban desplegadas ilegalmente en los territorios soberanos de la República de Azerbaiyán”.
Según el Ministerio de Defensa, el desarme se llevará a cabo bajo la supervisión del contingente ruso de mantenimiento de la paz apostado en la región.
Reuters informó que la República de Artsaj también aceptó el desarme, indicando: “En la situación actual, las acciones de la comunidad internacional para poner fin a la guerra y resolver la situación son inadecuadas. Considerando todo esto, las autoridades de la República de Artsaj aceptan la propuesta del mando del contingente de paz ruso de cesar el fuego”.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.