Mons. Joseph E. Strickland, Obispo de Tyler en Texas (Estados Unidos), se pronunció sobre los rumores que apuntan a su renuncia y señaló que no puede abandonar voluntariamente al rebaño que se le ha confiado.
Los rumores se intensificaron luego de que el Papa Francisco recibiera, el 9 de septiembre, a Mons. Robert Prevost, prefecto del Dicasterio para los Obispos en el Vaticano, y a Mons. Christoph Pierre, Nuncio Apostólico en Estados Unidos.
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Al frente de la Diócesis de Tyler desde 2012, el Prelado respondió a un correo electrónico enviado recientemente por Religion News Service, precisando que no ha recibido “ninguna información al respecto desde Roma”.
El Obispo de 64 años es una figura popular, pero que genera polarización. Muchos conservadores estadounidenses aprecian su franqueza y su firme defensa del no nacido, del matrimonio, de la liturgia tradicional en latín y de la ortodoxia católica. Comparte sus puntos de vista y comentarios con más de 145 mil seguidores en la red social X (antes Twitter).
Mons. Strickland ha enfrentado críticas por lo que algunos ven como publicaciones desmedidas e impropias de un Obispo en redes sociales, como una publicación en la red social X (antes Twitter), el 12 de mayo, en la que aseguró que el Papa Francisco estaba "socavando el depósito de la fe".
El Vaticano ordenó una visita apostólica (investigación) al Prelado, acusado de malos manejos económicos y administrativos, imputaciones que él ha negado.
Una visita apostólica es una forma específica de investigación canónica en la que un superior eclesial visita o envía un delegado a personas o instituciones bajo su autoridad para mantener la sana doctrina y la moral o corregir abusos. El Papa puede iniciar visitas apostólicas en toda la Iglesia en su calidad de Sumo Pontífice.
Respondiendo al correo de Religion News Service, el Prelado destacó: “Como principio básico no puedo renunciar al mandato que me dio el Papa Benedicto XVI”, quien lo designó Obispo de Tyler el 29 de septiembre de 2012.
“Por supuesto que el mandato puede ser rescindido por el Papa Francisco, pero no puedo abandonar voluntariamente al rebaño que se me confió como sucesor de los Apóstoles”, aseguró.
En julio de este año, Mons. Strickland se refirió a la visita apostólica que ordenó el Vaticano y dijo que “no fue divertida”. También la comparó con el hecho de “ser llamado a la oficina del director".
"Ha habido algunos problemas administrativos y estoy seguro de que la gente está preocupada", manifestó el Obispo. "Estoy seguro de que hay personas que dicen que debe haber algo realmente malo y que algo realmente salió mal para que esta visita apostólica [se dé]", agregó.
"No tengo nada que ocultar", resaltó.